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UN NUEVO SACERDOTE Y UN NUEVO DIACONO ! |
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Saluzzo, 7 de octubre 2023 – Solemnidad de la Virgen del Rosario
“Yo conozco muy bien los planes que tengo proyectados sobre ustedes-dice el Señor- son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un porvenir y una esperanza.” Jer. 29, 11
El día de la Solemnidad de la Virgen del Rosario nuestra Comunidad se alegró con la ordenación sacerdotal de Konrad y la diaconal de Luciano, celebradas en la Catedral de Saluzzo.
“Estanos aquí como amigos, como laicos, como sacerdotes que quieren vivir junto a ellos y a sus seres queridos, este momento único, donde se donan totalmente a Dios para toda la vida.” Así comienza el Obispo de Saluzzo, Mons. Cristiano Bodo, la celebración litúrgica, precedida por él, que vio la presencia de muchos amigos y parientes llegados de lejos. Un pensamiento que también incluía a Madre Elvira “que desde el Cielo, seguramente, en una ventana abierta hacia nosotros, está aquí para decirnos: CORAJE!!”
La conmoción y el asombro al ver la obra de Dios en nuestra Comunidad, en la que aumentan “los obreros de la mies”, para nuestro pueblo siempre necesitado de pastores y de guías.
En su homilía, Mons. Bodo recuerda a Don Konrad y a Don Luciano que son imágenes de Cristo y que no deben olvidar cuántas cosas buenas y gratuitas ha hecho Dios en sus vidas para que ahora ellos puedan servir en gratuidad. Y concluye dándoles fuerza: “Dios está con ustedes, está para ustedes, ¡Dios camina junto a vosotros!”
Luego de los diversos momentos litúrgicos -la entrega del hábito, la unción crismal y la entrega del pan y del vino- intercambiaron un fuerte abrazo de paz con el Obispo y con los sacerdotes presentes para después descender del altar y abrazar a su propia familia. Un fuerte aplauso para ellos, visiblemente conmovidos y felices por este nuevo camino con Dios.
Al día siguiente, domingo 8 de octubre, Don Konrad celebró su primera Misa en Pagno, en la capillita donde reposa el cuerpo de Madre Elvira, pocas personas presentes, y luego fue a Envíe para celebrar otra Misa para los chicos y chicas de la Comunidad, junto a Don Luciano y a nuestros sacerdotes. Los dos luego, dieron su testimonio hablando de sus vidas resucitadas, del camino, muchas veces cuesta arriba, de lo difícil que es perdonar y perdonarse, la experiencia extraordinaria de ir a la misión para servir a los pobres y a los niños, y después la belleza haber descubierto una llamada de vida más grande y la alegría de haber dicho “sí”. ¡Una jornada familiar que tenía que concluir con una buena torta para todos!
Agradecemos de corazón por las oraciones y por el apoyo, gracias al buen Dios que sigue sorprendiéndonos y eligiéndonos a nosotros, los pequeños, para hacer cosas bellas y más grandes que nuestros proyectos. Gracias María. Gracias a ti, Madre Elvira, que desde el Cielo has hecho una gran fiesta con nosotros, que con paciencia has sembrado y que ahora, desde allá ves crecer los frutos de tu fe.
La familia del Cenacolo