CÓMO ES NUESTRA JORNADA

“La Comunidad
es una gran obra de vida siempre abierta.
Todos los días, cada día,
es un asombro, una maravilla"

 

Madre Elvira

NUESTRA JORNADA

Nuestra jornada alterna momentos de oración, de trabajo, de juego, de compartir y de verdadera amistad. A las 6 de la mañana es la ‘despertada’, se aprende a hacer bien la cama y la higiene personal. En seguida, el primer momento es para el Señor: rezamos el Rosario todos juntos en la capilla para encomendar el día a la Virgen, luego leemos la Palabra de Dios correspondiente al día, luz para iluminar el camino de la vida y es explicada y compartida por un joven. Luego viene el desayuno y el trabajo. Los trabajos son variados y a cada uno se le encomienda una tarea por un tiempo, luego lo cambian. Pensamos que el trabajo es la oportunidad para crecer ya que, como dice siempre Madre Elvira, el trabajo más importante que nos quiere enseñar la Comunidad es el oficio de vivir. Todas las responsabilidades de la casa, desde la cocina a la limpieza, desde la huerta a los talleres, las realizan los jóvenes que viven en la fraternidad. Cada uno es una parte viva del cuerpo de la Comunidad! Al mediodía el almuerzo es un momento de familia, comer juntos ayuda a la comunión.

Luego del almuerzo, se comparte hasta las 14 y se retoma el trabajo que ocupa la tarde. El segundo Rosario se reza en el trabajo para aprender que se puede rezar mientras se trabaja. A las 18.30 es la oración nocturna: el tercer Rosario, caminando y se comparte cómo se vivió la Palabra de Dios en un clima de amistad y de verdad. Después de la cena puede haber un momento de juegos y de amistad y a las 22, las ‘buenas noches’. Es una vida muy simple, muy ordenada que da armonía a la vida y paz en el corazón.

Durante la semana no faltan los juegos especiales, de unión en la sencillez y en la alegría, de canto, de serenidad. Los cumpleaños y las pequeñas “metas” de la Comunidad (un mes de Comunidad, un año… cambio de casa) son la ocasión para hacer una simple pero intensa “fiesta” a la vida que camina en el bien. Cada dos semanas se vive la Revisión de Vida, momento de confrontación en pequeños grupos en los que cada uno comparte con verdad cómo  está viviendo, sus luces y sombras, y los hermanos le dan una ayuda necesaria para afrontar la dificultad y crecer en la fe y el amor. Al finalizar la Revisión le dan un ‘empeño’ a cada uno para afrontar o superar la dificultad que está viviendo, como estímulo para perseverar y crecer en el bien.