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NEWS DE MOGI! |
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Mogi das Cruzes, 5 octubre 2022
¡Hola a todos! Les escribimos desde La misión de Mogi Das Cruzes, en Brasil, con algunas fotos y un poco de “aire brasilero” en este mes misionero. Somos pocas “tías” en la casa para la cantidad de niños, cada uno con sus exigencias. ¡Nos hacen correr de la mañana a la noche lo que nos enriquece la jornada y la hace feliz! Les compartimos el testimonio de una de las “tías”.
Me llamo Amanda y vivo en la Misión de Mogi das Cruzes. Antes que nada agradezco a Dios por el don de las misiones. Para mí ha sido verdaderamente un tiempo de grandes gracias. Recuerdo que cuando llegué había pocos niños, de 3 – 4- 5 años y ya me parecía que había tanta vida en la casa. Luego de unos meses comenzaron a llegar los bebés y entonces me di cuenta que estaba comenzando la verdadera vida misionera.
Estaba feliz al ver cómo Dios nos tenía confianza. Fue una época en que cada semana llegaba un bebé, era bello ver mucha vida y poder experimentar el don de la maternidad.
Ya había tanta vida en la casa que hasta los “tíos” nos ayudaban. Siempre me conmueve ver llegar a los niños tan pequeños, cada uno con su historia, con sus heridas: saber que podemos amarlos y darles todo el amor que necesitan es algo que me toca el corazón. Siento que cuantos más niños llegan, más fuerte es el deseo de amar y servir.
Las últimas semanas adoptaron a 8 niños y se siente la diferencia en la casa. Por un lado estamos felices por ellos que reciben el gran regalo que más desean, una familia, pero, por otro lado, queda la nostalgia de los momentos compartidos, los primeros pasos, sus primeras conquistas.
Estamos felices por todo lo que el Señor ha hecho en estos meses y porque en cada niño pudimos ver y sentir el amor de Dios por nosotros.
¡Gracias!
La familia cenacolina brasilera