RETIRO DE NUESTROS CONSAGRADOS

23 – 28 de mayo 2022RITIRO2022

“De pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento…Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo"… (Hech 2, 2,3)

Del 23 al 28 de mayo, los consagrados de la Comunidad Cenacolo vivimos una semana de oración. Cada año, para la solemnidad de Pentecostés nos preparamos para recibir el gran don del Espíritu Santo y para renovar los votos de pobreza, castidad, obediencia y servicio y amor a los pobres; en silencio y oración. ¡Es nuestro Retiro! Es nuestro momento de ir a la fuente de Agua Viva, ir hacia Jesús para saciarnos de esa Agua Viva, que se transforma en caudalosa, Agua que no se agota, que sacia la sed!

RITIRO2022bTodo se detiene, también nosotros tratamos de detenernos, encomendando todos nuestros servicios al Espíritu Santo, tratando de vivir en el silencio, en la contemplación, el encuentro con Jesús. Es muy esperado…es la renovación de la elección hecha años atrás, es un momento de balance, de adhesión…de renovar no solo la llamada sino también de agradecer la familia que Jesús eligió para nosotros: ¡la gran familia de la Comunidad Cenacolo!

El pensamiento de todos nosotros vuela a Madre Elvira, a todos los retiros que durante tantos años vivimos en la Certosa de Pesio. Vienen imágenes de ella llena de vida, la Madre que corre, salta, transmite alegría, nos reta… Imágenes de su alegría contagiosa, de su fe viva, de sus ganas, de su coraje, de su palabra franca…

¡Madre Elvira, nuestra Madre en la fe!RITIRO2022c

El lema del retiro fue: “Ahora nos toca a nosotros!” Las palabras que Francisco nos dijo cuando visitó nuestra fraternidad en Roma, al hablar de la vida de la Madre. Ahora, que ella está en la cruz de la enfermedad, “ahora les toca a vosotros!”

Hablando de ella: “ahora está allí, pasando sus armas a ustedes para que lleven esto adelante”…. “Y ella está sembrando en esta tierra para que germine en muchos otros que siguen la vida.”

Los días comenzaban con la oración del Rosario frente al Santísimo, Laudes, Santa Misa y catequesis del Padre Francisco. Los encuentros se hicieron en la Casa Madre para las hermanas, Hermanas y consagradas de Saluzzo, de sor Aurelia, Hermano Roberto y los sacerdotes presentes en la casa. En la capilla donde Madre Elvira y los jóvenes rezaban…lugar bendito…¡donde el Padre Celestial respondió, de manera desbordante! Mucho más allá de las expectativas, de lo que se pudiera imaginar. Los Hermanos consagrados y los sacerdotes estaban conectados desde su Casa de Formación, también así se conectaron las Hermanas Misioneras de la Resurrección y los consagrados de las diversas Misiones.

RITIRO2022dEl Padre Francisco siguió en nuestro retiro las reflexiones de don Andrea relativas al discurso expresado por el Santo Padre. Al referirse a Madre Elvira habla de una mujer en salida, mujer de oración, una mujer que no retrocedió aún cuando para salvar a un joven tenía que usar alguna palabra “fuerte”, mujer valerosa. Una mujer que atravesó el infierno de la droga junto a los chicos y chicas…y nosotros también debemos…Salir…Salir!

Por la tarde, luego de la Coronilla y la Adoración, compartíamos con los hermanos y hermanas presentes, y también con los que estaban conectados en las misiones. Lo que uno vive, compartido, se transforma en Palabra Viva. Los hermanos y hermanas de las misiones, estaban en su propio “campo” misionero, con los niños en brazos, la obra en los diversos lugares es fascinante! Ver la necesidad de la vida y el servicio a la Vida, personas que ofrecen sus manos, sus pies, los ojos, la mente,… el corazón! Toca el corazón, nos mueve interiormente, nos interpela…pide una respuesta….¡también la nuestra!!RITIRO2022e

Los días vuelan rápidamente. Los rostros están más distendidos, los ojos más brillantes, las sonrisas más marcadas, la mirada más presente…

El Señor ha pasado, habló a cada uno de nosotros, personalmente, en modo único, irrepetible, como sólo Él puede hacerlo. Ha pasado porque hay signos inequívocos, hay alegría, ganas de volver a empezar con más entusiasmo, más, más.¡ Con ese “de más” que no es nuestro!

Gracias Señor Jesús por el don de la llamada, gracias Señor porque a pesar de la pobreza, los límites, el pecado, nos has llamado y sigues llamándonos.

¡Gracias!