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LA ASUNCIÓN DE MARÍA EN ENVIE |
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Solemnidad de la Asunción de la Virgen María
Sábado- domingo 14-15 de agosto 2021
¡Buen día a todos!
En ocasión de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen tuvimos la oportunidad de disfrutar un buen momento de amistad las fraternidades de Saluzzo, “Pastorcitos de Fátima” y “Esperanza” en Envie, mientras que las más alejadas se reunieron en Casaleggio. Fue un bello fin de semana en el que rezamos, practicamos deportes y profundizamos la amistad.
Comenzamos rezando la Coronilla de la Divina Misericordia luego de los avisos de Don Michel y de Fr. Santiago, que explicaron las reglas del torneo de fútbol.
Ya en el campo de fútbol hubo una fuerte competencia, pero siempre con respeto y amistad. El sábado a la noche concluimos todos juntos frente al Santísimo Sacramento, en la Adoración, rezando, alabando y agradeciendo especialmente a María por su intercesión y protección, con cantos y bailes de alegría. ¡Un bello momento que nos permitió ser conscientes de cuán grande es nuestra familia del Cenacolo! ¡Agradecimos a María por el don de nuestra vida recobrada, por el don de la salud y la posibilidad de jugar! Agradecimos a Dios porque nos dio una Madre como la nuestra, Madre Elvira, y por las Hermanas Misioneras de la Resurrección, que en este día también celebraban los 22 años de la Casa de Formación en Pagno.
Estamos felices de conocernos un poco más, también a través del juego, como Madre Elvira, en la espontaneidad de un juego a menudo se revela más la verdad, sin esconder las partes negativas, nuestras reacciones…y con la posibilidad de corregirnos y poder caminar, crecer, si hace falta pidiéndonos disculpas recíprocamente si nos equivocamos en algo.
Tuvimos un rico almuerzo, cocinado con amor y compartido con la alegría de la fiesta: algunos hermanos para alegrar el momento, se levantaban para contar algún chiste o cantar alguna canción.
La coronación de la jornada fue la celebración de la Eucaristía del día domingo que era la Solemnidad de la Asunción de la Virgen. En la homilía, Don Michel explicó: “¡Qué bello vivir plenamente nuestra vida “terrena” porque es en esa plenitud de vida que se entra en la vida eterna!...también nosotros entraremos un día en “cuerpo y alma” en el Paraíso, como María.
Agradecemos en verdad haber podido vivir intensamente en el corazón de María, su fiesta más grande, la de la Asunción al Cielo.
Los jóvenes de la Comunidad Cenacolo