2° ANIVERSARIO DE SUPE |
|
Supe, Perú
11-12 de agosto 2018
“Gusten y vean qué bueno es el Señor”
Estas fueran las últimas palabras de la homilía de Mons. Pachi en el segundo aniversario de nuestra casa de Supe, al ver los milagros que el Señor está realizando en nuestro entorno.
Los días elegidos para el encuentro de las familias con sus hijos fueron el 11 y 12 de agosto, que lo unimos con el aniversario de nuestra casa, invitando también a los amigos para festejar juntos nuestra vida encontrada y resucitada.
El sábado 11 nos encontramos solo con las familias en Villa el Salvador para vivir una jornada de preparación. Adoración, catequesis y Santa Misa estaban en el programa de la mañana que se prolongó hasta las 3 de la tarde. Momentos intensos y profundos ¡con una gran participación de los padres! Teníamos el objetivo de hacerlos enamorarse de la Comunidad; en efecto, había algunas familias que veían a sus hijos por primera vez en su camino comunitario y tenían necesidad de afianzar su confianza en la Comunidad.
Después del almuerzo vimos un video de Madre Elvira, nos hicimos más amigos y con mucha alegría y ganas de vivir bien lo que nos pone el Señor por delante. A las 10 de la noche llegamos a Supe, desde Lima, y en seguida comenzamos a preparar la comida para el día siguiente junto a algunos padres: ¡vivimos un momento bello de sacrificio todos juntos!
El domingo 12 de agosto, los últimos preparativos del altar, de las carpas que nos prestaron, de las flores, las sillas, las mesas… ¡vamos! ¡Para gran sorpresa de todos llegaron muchos amigos y familiares, y casi todos puntuales, rápidamente nuestra casa del desierto se llenó de vida!
Comenzamos con la adoración Eucarística, rezando el rosario y luego invitamos a las familias a abrazarse delante de Jesús. Fue un momento conmovedor, de sanación, que hizo brotar un río de intenciones de agradecimiento de parte de todos.
Después celebramos la Santa Misa presidida por Mons. Pachi y concelebraron varios sacerdotes amigos y un diácono. Entre ellos estaba presente un sacerdote peruano que trabaja en Ecuador y vivió una semana de experiencia con nosotros, al finalizar la Misa expresó su deseo de llevar la Comunidad también a Ecuador.
¡Para el almuerzo nos dimos cuenta que éramos más de 150 personas! Pero gracias a la Providencia, todos comieron hasta saciarse. Por la tarde, algunos jóvenes dieron testimonio y presentaron una escena sobre una familia dividida y destruida y su encuentro con la Comunidad. Una historia simple que le hizo comprender a los amigos lo que es nuestra misión.
Saludamos a todos y agradecimos la presencia de tantas personas y por la mucha Providencia recibida.
Agradecemos al Señor por el don de nuestra casa aquí, en el desierto de Supe.
Agradecemos por todos los benefactores que nos ayudan con la Providencia y así hacen que podamos vivir en este lugar tan especial. Gracias a Madre Elvira y a toda la Comunidad porque confían en nosotros!
¡¡Gracias!!
Los jóvenes de la Fraternidad “Señor de los Milagros”
SUPE |