 |
PERÚ - ENCUENTRO CON PAPA FRANCISCO |
|
|
Villa El Salvador,
18-22 enero 2018
Queridísima Madre Elvira, Padre Stefano y todos,
“NO TENGAN MIEDO DE SER LOS SANTOS DEL SIGLO XXI”
Papa Francisco, (Unidos en la Esperanza, Perú 2018)
Tenemos mucha alegría y gratitud en el corazón al compartir con ustedes esta semana plena de bendiciones y de Gracias por la visita del Santo Padre a Perú, nuestro querido Papa Francisco. Casi todos pudimos participar en algún momento: el jueves a la noche, un grupito de tíos, tías y hermanas partieron desde muy temprano para alcanzar un grupo numeroso de gente, jóvenes, religiosos, que esperaban la llegada del Papa en las calles frente a la Nunciatura Apostólica, donde se alojaría por la noche. “El pueblo peruano” le hizo un gran recibimiento, con mucha alegría, cantos, himnos y sonrisas. También nuestros adolescentes velaron toda la noche frente a la Nunciatura junto a miles de jóvenes llamados la “Guardia del Papa”, organizados y acompañados por un sacerdote amigo, Padre Fernando, para seguir al Papa en todos sus movimientos, para sostenerlo, cuidarlo y demostrarle todo su afecto y “cariño” latinoamericano, hecho de música, canto y bailes. El viernes a la mañana el Papa fue a la Selva, el corazón de la “Amazonia”. Allí, Andrea, Doménico, fratel Denis y otros amigos participaron en la Santa Misa celebrada en esa tierra. Su misión, además de estar con el Papa, era poner en marcha un grupo de padres que se ocupará de recibir a las familias necesitadas de ayuda. ¡Recemos juntos por esto!
TESTIMONIO DE ANDREA Y DOMENICO
Perú, Puerto Maldonado
19 enero 2018
Queridísima Madre Elvira y toda la familia del Cenacolo,
Hola, les compartimos también nosotros la peregrinación a Puerto Maldonado, una zona de la selva peruana, donde tuvimos el don de estar en la gran llegada del Papa Francisco.
Fue un regalo del cielo poder vivir este momento con la gente del lugar y ver la emoción que tenían al saber que el mismo Papa había elegido esa pequeña ciudad, hace tiempo muy sufrida por la corrupción, la delincuencia, la explotación de la mujer, el narcotráfico… Por otro lado se percibe mucha fuerza y esperanza, especialmente en muchas madres que tienen a sus hijos perdidos. Había mucha gente que se había empeñado en la organización de este evento…era increíble ver la unidad en la organización.
Una de las cosas que más nos tocó fue el coraje de nuestro querido amigo, Padre José María, sacerdote de la comunidad “Familia de Jesús”: en estos 6 meses de preparación realizó un gran trabajo en la cárcel de Puerto Maldonado, donde logró hacer trabajar juntos a muchos presos para preparar dos grupos de animadores y músicos. Los músicos participaron en la vigilia nocturna, sobre el escenario lleno de gente, con sus instrumentos, cantando y alabando a Dios con mucho fervor y alegría, gozando de ese momento fuera de los muros de la cárcel; los animadores, en cambio, estaban en la calle en el punto justo por el que pasaba el Santo Padre.
Estaban allí, bailando para él, y era emocionante verlos, especialmente cuando el Papa anduvo más despacio para darles la bendición. Pero no terminó allí. Muchos voluntarios -entre los que estaba la madre de tío Pepe, uno de nuestros “ex”- trabajaron en las escuelas para recibir los grupos de nativos indígenas que venían desde el lejos para reunirse con el Papa. Eran cerca de 3000… Qué maravilla, verlos con sus trajes, hechos con pieles de animales, pintados, los jefes de las tribus con las plumas de colores, tatuados como es usual en las tribus. Ver a los niños pequeños descalzos y libres como pajaritos…no sabían ni lo que era un colchón!!!
Y la mamá de tío Pepe contaba que por la mañana los encontraba durmiendo uno sobre otro. Todos los nativos venían para pedirle ayuda al Santo Padre; muchos hombres poderosos están destruyendo su hábitat a causa de la minería, los pozos de petróleo, la tala indiscriminada de los árboles, lo que produce que muchos animales van muriendo… Era un grito fuerte y conmovedor…y es fuerte pensar que en 2018 todavía existe esta belleza, esta vida! Muchos jóvenes voluntarios prepararon los cantos para animar la jornada y organizaron los espacios.
Nosotros fuimos con un grupito de amigos a las 5 de la mañana para ocupar un lugar por donde iba a pasar el Papa. Era emocionante ver tanta gente distinta cantar y rezar juntos bajo un sol ardiente. Apenas el Papa aterrizó ya todos gritaban de alegría y con lágrimas repetían: “Francisco…amigo…la selva está contigo!” Y después llegó el momento más emocionante, cuando el Santo Padre pasó con el Papa-móvil en medio de la gente. Muchos lloraban y pedían la bendición. Parecía que pasaba Jesús en medio de la multitud que gritaba y pedía ayuda. Vimos mucha fe y la vivimos con emoción, mucha Esperanza, y nos hizo mucho bien poder estar allí. En fin, también nosotros fuimos afortunados por poder estar cerca del Papa. Su visita fue corta, pero hubo muchos meses de trabajo, de dedicación, de amistad, mucha conversión, mucha voluntad de hacer el bien, mucha solidaridad…
¡Jesús está vivo y presente! Dios verdaderamente es un Padre bueno que piensa en sus hijos y lo vimos a través del Santo Padre y todo lo que vivimos.
¡Gracias a la Comunidad porque nos hizo vivir esta aventura! ¡Gracias a Dios por la Providencia y un GRACIAS enorme a la Familia Reyes que nos recibió en su casa como hijos…!
¡Los queremos mucho!
Domenico y Andrea
Fue muy bello seguir por TV los varios encuentros del Papa; cada noche, después de la cena, podíamos recorrer la jornada y saborear los videos, muy bien filmados por la televisión católica peruana, sobre la vida, las palabras y la historia de Papa Francisco. El sábado a la mañana seguimos como pudimos, algunos momentos de la ordenación Diaconal del hermano Marco y agradecemos a Dios por su Sí y por su vida entregada a la Comunidad, ¡GRACIAS!
El Papa, dirigiéndose a todos los sacerdotes y las hermanas, en Trujillo, un pueblo bien al norte de Perú, que el año pasado padeció inundaciones, nos dijo que nosotros, los consagrados debemos recordar tres cosas…que son las mismas enseñanzas de Madre Elvira:
1- Tener la conciencia alegre, es decir, reírse de uno mismo en las situaciones difíciles
2- Recordar la hora en la que fuimos llamados…recordar quién era y quien soy ahora
3- Tener una alegría contagiosa para llevar alegría a todos
Cuántas veces en estos días dimos gracias a Dios por el don de la sabiduría de la vida de Madre Elvira y por todas las oportunidades en que nos educó.
La jornada central fue el domingo 21 de enero, justo un buen regalo para el día de cumpleaños de Madre Elvira! La recordamos con alegría y gratitud en la Santa Misa.
Por la mañana temprano un grupo de “tíos” y “tías”, jóvenes y hermanas salieron para la Base Aérea de Las Palmas, para participar en la Santa Misa central por la tarde. Dos hermanas fueron a la mañana temprano, antes de la Misa a la Catedral de Lima, donde todos los consagrados, hermanas, sacerdotes, Obispos, esperaban en un clima de oración y de alegría la llegada del Papa Francisco para rezar con él ante las reliquias de los santos peruanos, que están en el Altar de los Cinco Santos: San Martín de Porres, S. Rosa de Lima, S. Toribio de Mongrovejo, S. Juan Macías y San Francisco Solano.
Llegó el Papa entre aplausos y alegría y en seguida subió al altar saludando a todos, especialmente a sus hermanos Obispos. Luego compartimos con él momentos de oración silenciosa mientras pasaba y se detenía ante la reliquia de cada Santo. Para terminar, dio su Bendición a los santos y a todos y se retiró a un encuentro privado con los Obispos en la Catedral, mientras en la plaza muchísimos jóvenes cantaban esperando ver al Papa para el Ángelus. En el Ángelus sentimos muy cercano al Papa, cuando repetía a los jóvenes: “Dios te ama como eres, como amó a los discípulos cuando les pedía que rezaran y se quedaban dormidos; a Moisés que era tartamudo; a Abraham que era anciano, a la Magdalena que era pecadora; a San Pedro que lo negó tres veces y después lo hizo Papa; a San Pablo que perseguía a los cristianos…no es que nos ama porque somos buenos y perfectos, sino con nuestros defectos y faltas, por el amor que tenemos en el corazón. Por eso dijo: “NO SE MAQUILLEN EL CORAZÓN...no enmascaren sus corazones!!!”
Luego del Ángelus había 15 buses afuera de la Catedral para llevar a las hermanas y los sacerdotes a la Santa Misa…y una vez más, Lima no “fue un loquero”, tres horas de tráfico para hacer 15 km…pero valió la pena ¡todo por el Papa y por la Iglesia!
Cuando llegamos a la Base Aérea Las Palmas fue muy bello y emocionante encontrarse con el recibimiento y la preparación de los peruanos, todo hecho con mucho amor y calidez, la música, los colores, el cielo de Lima “la gris” (gris con sol) ¡había casi 2 millones de personas reunidas en el nombre de Jesús! ¡Hacía 36 años que un Papa, Juan Pablo II, no visitaba el Perú! En 1985, Juan Pablo había estado justo en Villa El Salvador, en el tiempo del terrorismo, entonces era un desierto…!
El Papa llegó en medio de una explosión de alegría y cantos, con el “Nazareno-móvil” peruano, dio vueltas, saludando, bendiciendo, sonriendo, mirando, observando. Agradeció por haber visto y tocado la esperanza de esta tierra, recordándonos que para no dejarnos robar y mantenerla debemos permanecer unidos!
¡Agradecemos al Señor, a la Virgen, por estos días de GRACIA y por lo que la visita del Papa sembró, movió, tocó en nuestros corazones y en el de muchos otros!
Gracias por todo y por siempre!! ¡UNIDOS EN LA ESPERANZA!
¡LOS QUEREMOS MUCHO!!
Niños, tíos, tías, familias, hermanas, del mejor lugar del mundo…Perú!
