Encuentro de los Responsables de los Coloquios

incontro resp 2016

 Saluzzo, 2016

El fin de semana del 8 y 9 de octubre se desarrolló en la colina de Saluzzo el encuentro de los responsables de los coloquios y de los grupos de padres; vivimos intensos momentos de oración, de escucha y de compartir sincero.

El sábado a la mañana cuando llegamos nos esperaba una cálida recepción entre saludos, sonrisas y abrazos, no faltaron el café, el té y los dulces. Luego de rezar el Santo Rosario, Padre Stefano hizo la catequesis, antes de estar con nosotros venía de estar con Madre Elvira y había rezado con ella por nuestro encuentro. Padre Stefano nos exhortó a descubrir la alegría de estar bien y de hacer juntos el bien, de caminar unidos para amar, para servir con el corazón humilde y generoso, sin buscar nuestra gratificación, porque solo sirviendo y amando descubrimos los dones de nuestra vida, somos felices y nos realizamos; en la medida que nuestro estar juntos es “estar bien entre nosotros”, entonces nuestro hacer por los demás es eficaz.

Luego de la merienda vivimos la Santa Misa celebrada por Don Massimo, que en la homilía nos invitó a pedir al Espíritu Santo el don de pasar de la ley al amor, porque el amor es la regla de nuestra vida que la transforma en comunión y compartir. Recalcó la importancia de estar unidos, de pedirse perdón y ayuda, y descubrir que lo que vivimos siempre es un don inmenso, no solo para nosotros sino que también puede abrir el corazón a la confianza y a la esperanza de quien está buscando ayuda,

Por la tarde, luego del Rosario caminado se compartió la realidad de los diversos centros de escucha (coloquios): participaron todos con espíritu de colaboración y de búsqueda del bien. Las palabras de Padre Stefano nos impulsaron a reconocer que el Señor fue muy bueno con nosotros y que los momentos de los coloquios son momentos de Gracia, son una provocación para nuestras vidas y nosotros, miembros de la comunidad cristiana, debemos tener un corazón que vibra, que canta, que sufre, que lucha, viviendo humildemente los dolores de la vida . La jornada finalizó con el agradecimiento al Señor en la Adoración, compartida con los jóvenes y rezamos la novena que ellos están rezando por la ordenación presbiteral de Massimo .

El domingo a la mañana, después de rezar el Santo Rosario frente a Jesús Eucaristía, compartieron los grupos de padres: salieron a luz las alegrías y las fatigas que vive cada grupo, Padre Stefano para todos tuvo palabras de aliento y de esperanza. La Santa Misa la vivimos con los jóvenes de la fraternidad de Saluzzo, celebrada por Don Michel y el diácono Massimo quien proclamó el Evangelio y en la homilía destacó que una de las tareas del diácono es el anuncio de la Palabra de Dios. Luego del almuerzo preparado con mucho cuidado y pasión por los jóvenes, rezamos el Rosario y continuó el encuentro: percibimos con claridad el amor que la Comunidad tiene por los padres, cómo nos exhorta a salir, a encontrarnos, a vivir momentos juntos y en las fraternidades cercanas, a dar un paso de madurez en la comunión, a ser personas que están atentas en la caridad.

Damos gracias a todos por la hospitalidad tan afectuosa expresada de muchas maneras. Como siempre, el Señor es generoso y regresamos a casa enriquecidos de bien, de confianza y de esperanza.