¡DAIANE EN EL CIELO!

Daiane cielo

 

Mogi Das Cruzes, Brasil, 1 de febrero 2024

Queridísimos todos, luego de una larga enfermedad, nuestra hermana Daiane ha llegado a nuestra verdadera patria, ¡el Cielo!

En la noche del jueves 1 de febrero, ya en las primeras vísperas de la fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, Jornada Mundial de la Vida Consagrada, nuestra hermana consagrada laica Daiane Aparecida, brasilera, se ha entregado serenamente al amor del Padre, rodeada por sus familiares y por las hermanas, hermanos y familias de la Misión de Mogi das Cruzes, San Pablo, en Brasil. Donde desde hace varios años era misionera donándose completamente a los niños abandonados que son recibidos en esa misión. Su presencia fue un gran don para toda la misión: una mujer de gran fe, profunda sabiduría, gran capacidad de amar y servir.

En el 2020 había comenzado con mucha alegría el camino de la consagración laica, abrazando los consejos evangélicos de pobreza, castidad, obediencia y servicio y amor a los pobres en la Comunidad Cenacolo.

Desde diciembre de 2020 combatió tenazmente con un tumor en la cabeza que después avanzó hacia otras partes del cuerpo, enfermedad que no le sacó la sonrisa, la confianza en la bondad de Dios y las ganas de vivir y amar.

Daiane decía que la enfermedad:” …es una oportunidad que tengo para santificarme, para convertirme, para estar más cerca de Jesús.” Abrazó la cruz con la certeza, hasta el final, que la vida es bella, que no hay que desperdiciar el tiempo, que “en el momento del dolor, del sufrimiento, de la enfermedad, Jesús nos quiere enseñar algo.”

Gracias, Daiane por tu corazón bueno, por tus ojos luminosos tu total confianza en el Señor y tu amor a la vida vivida hasta el fin: gracias porque tu sonrisa nos transmitió que Dios es bueno, que nunca debemos temer porque la Virgen está con nosotros siempre.

¡Damos gloria a Dios porque tu vida alcanzó la plenitud! Nacimos para la gloria de Dios, y hoy en este día en que la luz de Jesús se manifiesta particularmente a través de la vida consagrada, ¡se cumple en ti la salvación! ¡Amén! ¡Aleluya!

Nos unimos en una oración de alabanza por tu vida que llegó a la verdadera belleza, por tu corazón grande y misionero, por tu vida consagrada toda a Jesús, a la Comunidad y a los niños más pobres.

Siempre estarás en nuestro corazón, y desde el Cielo, con Madre Elvira, ¡cuida e intercede por nosotros!

         Padre Stefano y toda la gran familia de la Comunidad Cenacolo