ENCUENTRO NACIONAL EN VALLADOLID |
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Valladolid, España
14-16 de octubre 2022
Como cada año, se ha celebrado en octubre el Encuentro Nacional de Familias de la Comunidad Cenacolo, en el Santuario de la Gran Promesa del Corazón de Jesús, en Valladolid. El Centro de Espiritualidad se ha llenado un año más de alegría en esta pequeña “Fiesta a la vida” de todos los que nos sentimos hijos de la Comunidad y de Madre Elvira: los chicos, las familias, los hijos de la Comunidad y ¡también los nietos!
Tuvimos el don de recibir un “pedazo” de la Comunidad con la presencia de Don Andrea, hermano Slaven, sor Marica y sor Doris. Cada jornada plena de actividades, comenzábamos el día con el Rosario y después la Santa Misa. Nos dividíamos en grupos para compartir, por un lado, los jóvenes, por otro, las chicas, novias, esposas, también los padres, los ex… en fin, cada uno encontró apoyo y ayuda. Especialmente gracias a los videos de Madre Elvira, subtitulados en español, para que todos pudieran comprender, hicieron que la Madre esté presente en medio de nosotros.
El sábado a la noche los jóvenes de la Comunidad junto a todos los otros jóvenes presentes tuvieron una “Night in Christ” a la española, con muchos cantos de alabanza al Señor y una bella Adoración!
El domingo llegó el Obispo de la Diócesis para celebrar la Santa Misa y nos hizo sentir el abrazo de toda la Iglesia.
Estos son algunos testimonios de lo vivido en estos días:
Estamos muy agradecidos y nuestro testimonio es de gran agradecimiento a los sacerdotes, monjitas y a todas las personas que han hecho posible este hermoso encuentro de familias, donde siempre aprendemos y esta vez nos llevamos en el corazón la gracia de sentirnos elegidos y amados hijos de Dios para seguir este sendero junto a nuestro hijo y caminar en el perdón, la misericordia y la confianza, como nos enseña la Comunidad, que es escuela de vida también para nosotros. Gracias Madre Elvira, tu disponibilidad es una fuente de salvaciión.
Papá Pedro y mamá Milagros
Para mí ha sido una gran "fiesta española" que, como siempre, también este año me ha encantado. ¡Cuántas vivencias y qué alegría en todos! Aunque ya conocemos el lugar, el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, este año ha sido también muy especial. Bueno... ¡todo genial! ¡Qué familia cenaculina más buena!
Mamá Pura
Este fin de semana hemos acudido por primera vez a un encuentro de familias del Cenáculo. Inicialmente buscábamos la cercanía con nuestro hermano, al cual hemos sentido a nuestro lado en todo momento, pero ha resultado que también hemos conseguido la cercanía con otras familias y, sobre todo, con el Señor. Se respira agradecimiento y amor a la Virgen. Y se transmite de forma muy rápida. Una maravilla las adoraciones donde, de rodillas, nos damos cuenta que nosotros también tenemos una herida que curar.
Muy agradecidos de este fin de semana. Que Maria, Madre del Cenáculo nos proteja a todos. Gracias.
Rafa y familia
Soy Puri, madre de Luis. Quiero agradecer a toda la Comunidad, en especial a Carmen y Jesús, este maravilloso encuentro que hemos vivido en Valladolid, me siento tan cerca de Dios que mi paz interior se a convertido en más amor hacia la Comunidad y hacia Dios, agradezco a Madre Elvira tanto esfuerzo y tanto trabajo para que nosotros y nuestros hijos hayamos vuelto a la luz, después de tanta oscuridad, el amor que tengo hacia esta familia, me hace sentirme muy feliz, no solo con mi vida, si no conmigo misma. Mil gracias, y mil abrazos a todos los chicos de comunidad, que siguen con su lucha, ¡¡¡ánimo!!!! También quería mandarle a Madre Elvira, el mayor de mis abrazos, ¡¡¡cuánto te queremos!!! ¡Eres nuestra luz y nuestra esperanza!
Mamá Puri
Quiero dar las gracias a Dios por este nuevo encuentro, que la comunidad nos ofrece a las familias. Es un don, un regalo, y siempre novedoso.
Cada año, sorteando los problemas humanos, que en todas las familias surgen, y pareciendo que hasta última hora no se
solucionan, poniendo la confianza en Dios, pidiéndole que, si es para su Gloria, nos quite los obstáculos, finalmente, recibimos la providencia de poder llegar al retiro anual, para compartir con muchas familias esta siempre novedosa vocación, a estar en el camino de la Comunidad como padres.
Aún más sorprendente es redescubrir que la llamada es individual, el Señor me llama por mi nombre, Esther, y me pide una profunda conversión independientemente del camino de Pedro, mi hijo, por el cual doy Gloria a Dios por su perseverancia, ahora en Costa Rica.
Poder hacer esta revisión de vida, en el marco del retiro, me empuja a vivir cada vez más en verdad, a sanar mis propias heridas, a entender cada vez más la libertad humana, y el desprendimiento de los hijos que son de Dios y a no poner obstáculos en sus decisiones, sabiendo que su felicidad, está en el camino que tomen, con el corazón, delante de Dios.
Me llevo de este encuentro, el empeño de luchar por ser mejor en mi familia y aportar un poco de luz en mi entorno, sin juzgar, porque el Señor es pura Misericordia y así lo ha sido, y sigue siendo conmigo. Muchas gracias a esta gran familia, que cada día somos más, del Cenáculo, por todos sus esfuerzos. Gracias Madre Elvira por tu Sí.
Mamá Esther
Hace un poco más de un año, el 4 de agosto, empezaba mi historia en la Comunidad. Cuánto ha cambiado desde entonces, cómo transforma el Señor cuando le abrimos un poco la puerta, aunque sea con miedo y dudas. Estos tres días de encuentro de familias en Valladolid han sido para mí un nuevo despertar. Las palabras de Madre Elvira, los testimonios de los chicos y de las hermanas, las compartidas,… me han removido el corazón, me han iluminado los puntos en los que tengo que trabajar, pero sobre todo me han mostrado el amor concreto de Dios por mí. Con esta certeza cualquier cosa se relativiza, cualquier prueba pierde dificultad. No puedo dejar de agradecer cada día la exigen
cia de vida a la que nos invita Madre Elvira: una vida de sacrificio y entrega que llena el corazón, que da sentido a nuestra existencia.
Emma
VALLADOLID |