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“LA SANTA CRUZ”

                                                        

                                                             Colombia, 1-4 mayo 2025

Inauguración y primer encuentro de padres

Queridos todos, estoy muy contento de compartir con todos ustedes la inauguración “oficial” de nuestra fraternidad “La Santa Cruz”, aquí, en Colombia. Estamos aquí desde hace un año y luego de unos meses de llegar, nos pareció que había que hacer la casa más acogedora, y con P. Stefano se pensó en inaugurarla para el 3 de mayo, que aquí es la fiesta de la Exaltación de la Cruz, fiesta en la que se iba a abrir la casa el año anterior. Parecía que la fecha era lejana, pero como siempre, cuando la vida se vive con intensidad ¡hoy parece que el tiempo voló! Agradezco mucho por cómo todos nosotros en la fraternidad, vivimos los últimos meses previos a la fiesta de inauguración. Fueron meses de sacrificio, trabajamos duro para crear los espacios, ordenarlos y darle a la casa un “toque Cenacolo”. Agradezco a Madre Elvira y a la Comunidad que nos enseña a vivir los sacrificios porque nos unen y nos hacen sentir en nuestra casa. Una bella Providencia fue la Cuaresma que nos permitió preparar la “casa” de nuestra vida y el corazón. El primer encuentro en la fraternidad, el primer encuentro con las familias, la primera venida de Padre Stefano y de otros sacerdotes, también nosotros los jóvenes,estabamos entusiasmados y también ansiosos y agitados. Pero, como siempre, la oración, la compartida y el poco tiempo para pensar ya que había mucho trabajo, nos ayudaron a llegar al día de la fiesta unidos. La semana de la inauguración fue una semana de mucha alegría, en los días anteriores a la fiesta llegaron algunos jóvenes colombianos que están en otras fraternidades de América Latina para vivir con nosotros este momento. Este gesto aportó una novedad especialmente a los chicos que hace poco que están, ver que venían jóvenes de otras casas felices de estar aquí. También llegó el Padre Eugenio que nos trajo mucha alegría y amistad. Era bello ver que los jóvenes tenían el deseo de conocer a los otros sacerdotes de la Comunidad. El jueves a la tarde también llegó Padre Stefano, con Don Michel y fue un momento de alegría para los jóvenes poder acogerlos en nuestra casa. Tuvimos un fin de semana largo,¡¡ a la colombiana!!

Para los padres y amigos más cercanos a la Comunidad (que, gracias a Dios, ya son numerosos) desde el jueves al domingo vivimos un retiro en una casa vecina a nuestra fraternidad. Me toca mucho ver cuánta esperanza da la Comunidad a las familias, también a los que no tienen hijos en la Comunidad, pero que sienten que la Comunidad les da fuerza para seguir luchando contra la droga en un país muy difícil. Vivimos bellos momentos de oración y de compartida que hicieron que todos nos sintamos en familia.

El sábado fue el día de la inauguración oficial de la fraternidad. Todos los padres que estaban en el retiro y los amigos vinieron a la casa para encontrar a los hijos por primera vez y ver la casa ya con el “toque Cenacolo”, en una atmósfera de alegría. En la casa ya tenemos chicos jóvenes que se encontraron con sus padres por primera vez, fue muy emocionante. Esperamos la llegada del arzobispo de la Diócesis de Cali, que vino con mucha alegría a compartir este momento. Presidió la Santa Misa y nos emocionó con palabras muy sencillas y verdaderas, cómo él fue tocado por nuestra presencia simple y cómo ve que la Comunidad trae esperanza. Por la tarde los jóvenes representaron el Baile de las Máscaras, que siempre toca el corazón de los padres, y también las familias del grupo de Bogotá bailaron algunas danzas típicas colombianas.

El domingo terminamos el retiro con una mañana de oración profunda. También el P. Stefano hizo la Adoración e invitó a todos a pasar frente a Jesús Eucaristía y a la cruz de Madre Elvira para agradecer y encomendarles todo lo que vivimos a Ellos y recibir la bendición de Jesús. Un momento bien intenso y bien vivido por todos nosotros, se sentía un aire de oración y de esperanza. En los días siguientes, Padre Stefano se quedó y vivimos lindos momentos de familia en sencillez, de agradecimiento a los amigos que ayudaron y que hicieron también algunos trabajos y dejaron la huella de su paso en la casa.

Agradezco de corazón a muchas personas que estuvieron disponibles en este tiempo e hicieron posible este momento. Primero agradezco a todos los jóvenes de la fraternidad en la que vivo porque vivieron bien el antes, el durante y el después de la fiesta.

Agradecemos a muchas personas buenas que el Señor y la Virgen han puesto en nuestro camino durante este año. Agradezco mucho a Madre Elvira que nos enseñó a vivir la belleza del Evangelio y de la vida fraterna. Agradezco infinitamente al Señor por todas las gracias que nos sigue donando también en esta tierra tan herida, pero también tan bendecida con mucha fe, toca el corazón. Gracias a todos ustedes por la oración. Los queremos mucho!!

Don Marco y los jóvenes de la fraternidad “La Santa Cruz”

 

Testimonio

Me llamo Pablo Rodríguez y soy argentino. Estamos por cumplir un año en la fraternidad “La Santa Cruz” en Colombia. Es un don de Dios y de la Comunidad poder formar parte de este proyecto, luego de tantas oraciones ofrecidas por las familias. Durante este año vivimos muchas cosas bellas como los sacrificios, las luchas y mi crecimiento al verme todavía vivo a pesar de la tristeza que sufría afuera. Poder estar en el retiro y el encuentro con las familias me emocionaron mucho. Ver esos rostros llenos de alegría, y, en especial, haber encontrado a mis padres luego de un año, me ha dado la esperanza de un hijo que está cambiando su vida. Vivir la Misa, la oración, la Adoración, entre sus brazos fue muy especial. Me llenó el corazón de esperanza cuando el sábado llegaron las familias a la casa luego de un año sin vernos. Los que no conocían la Comunidad vieron el fruto del trabajo y del esfuerzo que habíamos puesto, nos vieron estar bien y estar contentos luego de mucho sacrificio y oración. Me tocó cuando celebramos la Misa junto a los padres, el P. Stefano y el Obispo. Fue un domingo muy especial, durante la Adoración, pasar frente al Santísimo junto con mis padres y era P. Stefano quien tenía el ostensorio y nos hizo tener en la mano la cruz de Madre Elvira para recibir su bendición. Nunca hubiera pensado vivir un momento así. También fue especial la iniciativa de los jóvenes acompañando a las mamás que estaban solas hacia el altar para recibir la bendición. Fue un encuentro muy especial que siemprellevaré en mi corazón. Pablo

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