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ÚLTIMO SALUDO AL PAPA FRANCISCO |
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Roma, 26 de abril 2025
Agradecemos a la Providencia que un pequeño grupo de la Comunidad fue a Roma para decirle a Papa Francisco nuestro “Gracias” en nombre de toda la Comunidad Cenacolo, por el bien con que nos amó, a nosotros, a los últimos y a todo el pueblo de Dios.
El 25 de abril partimos desde Saluzzo en tres combis y ni bien llegamos a la fraternidad de Roma, nuestros jóvenes nos acompañaron a la Plaza San Pedro. Había muchísima gente y ,con ellos, nos agregamos a la fila para rezar una oración delante del cajón del Santo Padre. Todo era muy organizado y fluido, gracias a montones de voluntarios, a Defensa Civil, a todos los que servían. Esperando llegar a la entrada de la Basílica (que parecía muy lejos, pero al final duró menos de dos horas) rezamos el Santo Rosario, intercalando la oración con cantos con gestos, la gente que estaba alrededor nuestro se unió en la oración. Para ingresar a la Basílica pasamos por la Puerta Santa, y en un clima de recogimiento y silencio nos encaminamos por la nave central para pasar delante del Papa y decirle nuestro “Gracias”. Aunque no se podía detenerse delante de él, seguro que cada uno pudo decirle lo que llevaba en el corazón. Luego, rezamos un momento en la capillita de San José en silenciosa oración. Luego regresamos a la fraternidad para la Santa Misa, celebrada por P. Sefano y D. Luciano.
El 26 de abril, día del funeral, nos levantamos a las 4, desayuno y rápida partida a la basílica de San Pedro. Roma estaba llena de peregrinos que caminaban en la misma dirección; paramos en un punto de ingreso, junto a muchos otros. Las puertas que daban a la plaza abrían a las 6. P. Stefano y D. Luciano, llegaron al centro de la Plaza junto con los demás sacerdotes que concelebraban. Nosotros llegamos a un punto desde donde se veía el altar y había una pantalla gigante frente a nosotros, así que pudimos seguir toda la celebración.
Fue conmovedor vivir este momento de la vida de la Iglesia, la Santa Misa solemne, escuchar la Homilía nos recordó de modo claro y contagioso el corazón del pontificado de Papa Francisco: “El hilo conductor de su misión también fue el convencimiento de que la Iglesia es una casa para todos, una casa con las puertas siempre abiertas. Varias veces dijo que “la Iglesia es un hospital de campaña, luego de una batalla en la que hay muchos heridos”. Una Iglesia que cuida con atención a cada hombre, que se preocupa por los muchos problemas contemporáneos, que se inclina sobre cada hombre, de cualquier credo y condición para curar sus heridas.
Al final, cuando su cuerpo fue llevado dentro de San Pedro para luego seguir hasta la basílica de Santa María la Mayor resonó un aplauso que no terminaba. Cuánta gratitud por el bien que derramó sobre la humanidad: la alegría y la misericordia permanecen como una impronta de su “corazón de padre” por la Iglesia y por el mundo.
Nos quedamos frente a la pantalla gigante viendo la procesión que llevaba el féretro del Papa hasta Santa María Mayor: era conmovedor ver la cantidad de personas que a lo largo de esos 6 km daban un último saludo a nuestro querido y amado Papa Francisco.
Querido Papa Francisco, tú, que cuando viniste a nuestra fraternidad en Roma, el 8 de diciembre de 2021, nos dijiste: “la fiesta es para ustedes…somos miserables, somos pecadores, somos poca cosa, pero somos salvados” … Ahora te decimos: “LA FIESTA ES PARA TI”… Desde el Cielo, junto a todos los santos y a nuestra Madre Elvira no te olvides de rezar por nosotros y por el mundo entero.
De Francisco a Francisco, la Providencia no ha dejado de asombrarnos. En el viaje de regreso, las hermanas con P. Stefano pasamos por Asís para darle “gracias a san Francisco por el don del papa Francisco, que, como el santo, su pontificado fue diseñado en el servicio y el amor a los pobres.
Agradecemos todo lo que vivimos juntos e invocamos al Espíritu Santo para que descienda sobre el cónclave reunido para la elección de un nuevo Papa.
La familia de la Comunidad Cenacolo