FILIPINAS: NUEVA CASA EN CONSTRUCCIÓN

  FILIP 1   Filipinas, 12 de octubre 2024

¡Queridos todos, un breve y simple saludo desde la tierra cálida y lluviosa de las Filipinas!

Hoy celebramos al Beato Carlo Acutis, el joven santo que por segundo año consecutivo nos eligió y con mucho amor nos cuida y vela por nosotros. En este día especial nos sentimos muy unidos al corazón de nuestra Comunidad, sostenidos por la Comunión de los Santos e iluminados por la presencia del Santísimo Sacramento.

En estos últimos meses estamos trabajando en la construcción de la nueva casa, que está creciendo mucho y trayendo mucho movimiento. Cada día llegan unos 20 trabajadores, personas del barrio que encuentran aquí la oportunidad de ganar lo que necesitan para mantener a sus familias. Gracias a este fermento pudimos conocer muchas personas sencillas y de gran corazón.

También nosotros, un pequeño grupo, nos unimos al trabajo cotidiano bajo el sol ardiente o la lluvia tropical, contribuyendo a construir las paredes de esta futura fraternidad que alojará por lo menos aFILIP 2 40 jóvenes. Lo hacemos también para los costos, de acuerdo a las palabras de Madre Elvira: “La primera providencia son nuestras manos”. Más allá de las oraciones y la intercesión de san José. Todavía falta mucho trabajo para hacer y cuando nos faltan las fuerzas nos sostenemos unos a otros para no perder las esperanzas. Confiamos en que la Providencia llegará en el momento justo.

La otra parte de la fraternidad realiza los trabajos de la casa. ¡Gracias a Dios nuestra casa todavía está intacta, aunque a veces se llueve adentro! El jardín crece velozmente, cada dos días tenemos que cortar el pasto para no atravesar una jungla. La huerta y los animales, con el tiempo nos van haciendo autosuficientes, en este momento somos 11 en casa. Hace más de un mes hemos recibido un señor filipino, que, a su ritmo, se esfuerza para seguir los diversos programas. Cada tanto nos recuerda que caminemos más despacio para no olvidar la necesidad del que tenemos al lado.

Les pedimos oración por nuestros hermanos de Birmania, que están en una situación muy delicada por las situaciones internas del país. Muchas quisieran venir a la Comunidad, pero no se los permiten. También es difícil para los filipinos que prefieren entrar si hay alguno que hable tagalog, su lengua nacional. Por ahora no recibimos pedido de entrar de otras partes de Asia, rezamos y confiamos en el Señor.

Los invitamos a unirse a nuestras oraciones, seguros que el Señor y la Virgen nos miran desde el cielo y nos apoyan.

Nuestro corazón está lleno de gratitud por las gracias que hemos recibido en esta tierra. ¡Gracias por todo y hasta pronto!

                                               La Fraternidad “Tierra Prometida”FILIP 3