ENCUENTRO EN CATAMARCA |
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Fraternidad Nuestra Señora del Valle, Catamarca,
18 de agosto 2024
El Domingo 18 de agosto, nos congregamos en la Fraternidad Nuestra Señora del Valle para compartir el Retiro de Familias de Catamarca. Junto a los jóvenes que hacen camino allí, empezamos el día rezando el rosario delante del Santísimo. Siempre es lindo rezar en familia, escuchando a los jóvenes con su fuerza. Seguido a esto, hicimos Adoración en silencio, escuchamos la catequesis de Don Stefano, en la que reflexionamos sobre el “Caminar Juntos”. Fue un momento de mucha paz, el Padre nos invitaba a dejar todo en manos de Dios, todo lo vivido en este tiempo y en esta semana en particular.
Al finalizar escuchamos a Padre Eugenio que nos hablaba sobre la catequesis y lo importante que es la presencia de Dios en nuestra vida, el poder acercarnos a una parroquia, empezar a ayudar, a no quedarnos solos, a permitirnos caminar en Comunidad. Luego invitó a Elisa para que nos comparta y ella nos preguntaba o nos invitaba a preguntarnos hacia donde vamos, hacia donde caminamos y lo importante que es saber, tener un norte que nos motive, nos guie y nos ayude a seguir pese a las dificultades que todos vivimos día a día. Eso es Comunidad, decirnos la verdad, dejar las falsedades y poder ir hacia adelante. Luego dejamos un tiempo para caminar, para meditar en silencio… al toque de campana nos reunimos para participar de la celebración de la Santa Misa presidida por Padre Diego, acompañado por Padre Eugenio. En la homilía Padre Diego, nos hablo de lo valiosa que es la Eucaristía, el poder recibirla y cómo eso nos da vida verdadera para el alma y la eternidad. Dios hace milagros, hace nueva todas las cosas, nosotros tenemos que abandonarnos en el pan vivo, que da VIDA.
Al concluir comimos una rica pizza hecha por los chicos de Comunidad y de postre una rica tarta invertida de manzana hecha por las mamás. Fue un momento ameno, por la compartida entre los amigos, las familias y los jóvenes.
Para terminar el día, nos reunimos en la capilla con las familias y pudimos compartir lo que nos había llegado de la catequesis, fue un momento donde cada uno, en su momento de camino, algunos de varios años, otros recién llegados, pudimos escucharnos y animarnos a no perder la fe y la esperanza para caminar juntos en comunidad.
¡Gracias Jesús por ser ese pan de Vida que nos alimenta y reconforta en el camino del día a día!