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RETIRO EN TUCUMÁN |
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Concepción , Tucumán, 17 de agosto 2024
El día sábado 17 de agosto nos reunimos Padre Diego, Padre Eugenio, Jorge, Anderson, Elisa y Analía en el Colegio Nuestra Señora de la Consolación, en Concepción, Tucumán, para poder compartir una jornada espiritual con las familias de los jóvenes que han sido y son parte de la Comunidad en diferentes fraternidades.
Comenzamos con la acogida a las 9.30, compartiendo unos ricos mates, mientras llegaban desde Alberdi, Aguilares, San Miguel de Tucumán, Famaillá y Concepción y alrededor de las 10hs nos trasladamos a la Capilla para empezar a rezar el rosario con el Santísimo expuesto, luego seguimos con la Adoración en silencio, lo único que escuchamos fue la Catequesis de Padre Andrea “Saber Acompañar a sus Hijos” … fue un lindo momento. Al finalizar Padre Eugenio nos habló sobre la bendición que tenemos los padres por haber encontrado la Comunidad y que importante es vivir y ser conscientes de ese amor infinito de Dios para nuestras vidas. Nos exhorto a rezar, a hacer el camino independientemente de los hijos, entendiendo que estamos aquí para sanar, para que pueda entrar Dios y ordene nuestra vida. La Comunidad como expresión del amor de Dios sin duda pide sacrificios, pide nuestra conversión, porque la conversión de los padres es la alegría de los hijos, lo que también los llena de esperanza y fe para seguir caminando.
Luego tuvimos unos minutos de silencio para poder reflexionar, caminar, tomar aire. Nos reencontramos nuevamente para compartir la Santa Misa, otro momento muy especial, en la homilía el Padre nos proponía romper, por Gracia de Dios, la cadena generacional del vicio, del orgullo, de la violencia, mirando hacia adentro y haciendo el proceso del perdón y haciéndonos responsables de nuestras acciones.
Al terminar, tuvimos unos minutos más de Adoración, donde cada uno pudo pedirle al Señor eso que creemos muchas veces imposibles, para que Dios se haga presente y podamos comprender que no es solo acompañar, sino que hay que dar los pasos de cercanía a Dios y de conversión verdadera.
Era la hora de almorzar, pudimos compartir en familia, degustando las ricas empanadas tucumanas y otras delicias que las familias habían preparado.
La tarde seguía con los dos sacerdotes dispuestos al Sacramento de la Reconciliación o para simplemente escuchar y hablar. Los demás nos quedamos para la compartida de la Catequesis. Pudimos escuchar a Elisa, quien, con su experiencia en el camino, nos invitaba a poder hablar del camino personal, poder mirarnos a nosotros y sanar nuestra historia para poder amar mejor a nuestras familias. ¡Al finalizar la compartida de todos, nos preparamos para despedirlos hasta el próximo encuentro!
¡Gracias Dios, por ser ese Padre Bueno que nos ama y nos abraza con misericordia, gracias a la Comunidad por pensar estos espacios para las familias que tanto bien hace!
