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ENCUENTRO DE FAMILIAS EN PARAGUAY |
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Paraguay, Fraternidad San Miguel Arcángel, 25 de mayo 2024
En el mes de mayo, mes de María y de San José Obrero, las familias de la Comunidad Cenáculo del Paraguay se reencontraron con los jóvenes que hacen camino en la Fraternidad San Miguel Arcángel.
Fue una jornada colmada de oración y de emociones para los familiares de los jóvenes paraguayos - varones y mujeres - que están resucitando en las fraternidades de Brasil, Argentina y Paraguay.
Compartimos momentos preciosos cargados de amistad y esperanza durante el Santo Rosario, la Adoración al Santísimo Sacramento, la catequesis del Padre Eugenio, la Coronilla de la Divina Misericordia y la Santa Misa. En la catequesis y en los momentos de oración, el Padre Eugenio nos recordó la importancia de abrir nuestros corazones para poder confiar, confiar en Dios y en la Comunidad Cenáculo como obra de Dios. El Padre resaltó la necesidad de entregarnos a Dios con fe, para que Él saque lo mejor de cada uno de nosotros.
Por la tarde escuchamos los testimonios de los jóvenes, disfrutamos de un sketch - con mucho humor - que nos permitió conocer un poco más de las luchas diarias de nuestros jóvenes en la Comunidad, y nos alegramos con los bailes con gestos, tanto de los jóvenes como de las mamás y hermanas del grupo de familiares que se animaron a presentar su propia coreografía.
Nos despedimos al caer la noche con una rica merienda que llevaron los familiares para disfrutar entre todos. ¡Gracias a Jesús, José y María, gracias a Madre Elvira y a todos los que forman parte de la Comunidad Cenáculo por permitirnos formar parte de este hermoso camino de las tinieblas a la Luz!
Las familias de la Comunidad Cenáculo del Paraguay
En la mañana fría del 25 de mayo, los familiares iban llegando con mate en mano a la Fraternidad, los chicos ya le esperaban con el desayuno listo, unas ricas chipas y café.
Pasamos a la capilla en donde compartimos el Rosario, después Elisa nos leyó la catequesis de Madre Elvira, en donde habla de la Confianza.
Padre Eugenio nos compartió cómo Madre Elvira siempre confió en Dios, desde el inicio cuando le entregaron la casa en Saluzzo, ella confió. A medida que iban ingresando los primeros jóvenes ella los acogía, sin preguntas, solo los abrazaba.
También pidió a los jóvenes y a las familias confiar, entregarse y seguir caminando en la Comunidad, pusimos todo lo que estábamos viviendo en las manos de Jesús, en un momento de adoración al Santísimo.
Era el medio día e iban saliendo unas ricas hamburguesas, se vivió un momento de compartida sincera y de encuentro con los jóvenes.
Llego la hora de la Divina Misericordia y rezamos todos juntos la Coronilla. Después los chicos nos hicieron reír con un scketch de su día en la fraternidad, bailamos todos juntos los gestos, y la gran sorpresa llego con el baile que las madres presentaron.
Cerramos este día con la Santa Misa, y una merienda compartida, nos dimos el último abrazo y cada uno retomo a su casa , con el corazón contento de vivir un momento en familia.
Grupo de padres de Paraguay
¡Buenos días! Soy Ana, mamá de Emilio, quien está caminando en la Fraternidad San Miguel Arcángel del Paraguay desde hace 1 año y nueve meses; soy también mamá de Fernando, quien camina desde hace 1 año en la Misión Nuestra Señora de la Ternura de Mogi das Cruzes, en Brasil.
En el encuentro de las familias con los jóvenes del 25 de mayo pasado, me tocó vivir dos experiencias muy fuertes: en primer lugar, ver los rostros tan alegres de los jóvenes, que irradiaban mucha felicidad, me hizo pensar en un momento: "¡¡Es la presencia del Señor en sus vidas!!" Al mismo tiempo, ver cómo los familiares compartíamos con tanta alegría que parecíamos conocernos desde siempre.
En segundo lugar, la catequesis del Padre Eugenio, que nos hablaba sobre la obediencia y la confianza. Nos decía el Padre: "Sigan orando, levántense temprano, trabajen, porque la vida misma es así, no se hagan tantas preguntas; por más que el mundo nos diga que nos lavaron el cerebro por rezar el Rosario 3 veces al día, por hacer Adoración incluso de madrugada. Debemos tener confianza y fe, pues El Señor lo ve todo."
¡Doy gracias a Dios por haber conocido la Comunidad Cenáculo, y gracias a Madre Elvira por haber sido un instrumento de Dios en nuestras vidas! Ana
