CORPUS CHRISTI- ENCUENTRO PRESENCIAL DE PADRES |
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Fraternidad N. Sra. de Luján, Pilar
18 de junio 2022
“REZAR PARA MIRAR EL MUNDO CON LOS OJOS DE DIOS” (P. Eugenio)
Tuvimos la alegría de poder realizar un encuentro presencial y fue un lujo contar con la presencia de Padre Eugenio y Padre Marco que están pasando un tiempo en Argentina.
Fue un día de viento y frío pero de corazones calientes por la alegría de la amistad y la oración. Poco a poco regresan los coloquios presenciales y fue un gran regalo hacerlo en la Comunidad.
Vinieron los padres de Buenos Aires y algunos del interior, también siempre presentes las amigas que organizan y viven estos encuentros. También algunos padres fieles que permanecen aun cuando sus hijos ya salieron. ¡Qué linda familia!
Todo el encuentro estuvo centrado en la Solemnidad de Corpus Christi y lo comenzamos en la Capilla con la oración del Santo Rosario, luego quedamos en Adoración Eucarística para estar frente a frente con El que sana los corazones.
La catequesis de Madre Elvira y la del padre Eugenio nos ayudaron a reflexionar y a entender la importancia que la Comunidad le da a la Eucaristía y a la capilla, lugar en el que se comienza el día y lugar en el que se termina, es el lugar en que recibimos la presencia del Señor, es lo primero que hacemos bien cuando entramos.
Somos hijos de una Madre que tuvo una gran fe, confianza, y una gran devoción por la Eucaristía.
Los jóvenes nos ofrecieron un buen almuerzo que fue un momento para compartir. Rezamos la Coronilla de la Divina Misericordia caminando en el parque y fuimos nuevamente a la capilla para la compartida de los padres.
Todos pudieron dar su testimonio. Encuentros casuales, fortalecimiento de amistades, presentación de personas que llegan por primera vez, bajo la mirada de Dios. La Santa Misa culminó el encuentro, a los sacerdotes de la Comunidad se unió el Padre Eduardo, sacerdote amigo de la Comunidad en Argentina.
En la homilía Don Marco nos invitó a poner el poco que tenemos en las manos de Dios, con confianza. Dijo a los padres que ellos también están en la Comunidad, porque durante la jornada, cuando sus hijos trabajan, surgen charlas donde hablan de sus familias. Y los padres, en la oración, también traen a sus hijos a la casa. Al rezar se encuentran. Hay una unidad entre los chicos, los padres y la Comunidad.
Como siempre, es tanto lo que nos da la Comunidad que cuesta irse, momentos profundos donde sentimos la presencia de Dios, corazones rebosantes de alegría. Agradecemos a Dios que puso la Comunidad en nuestra vida, cada vez más grande, cada vez más alegre, un lugar de vida buena. ¡Gracias a todos los que vinieron al encuentro!
¡Gracias a Madre Elvira por esta obra, por tu oración para los padres heridos, por tu “Sí”!
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