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Pilar, 9-10 de octubre 2021
“Fraternidad Nuestra Señora de Luján”

El grupo de Padres en camino de Comodoro Rivadavia, Chubut, quiere compartir esta experiencia vivida desde el viernes 8 de Octubre hasta el domingo, en la Fraternidad Nuestra Señora de Luján, Pilar. Este fue un encuentro muy esperado por los papás patagónicos, que hacía más de 2 años que no visitábamos una fraternidad.

Nos sorprendió la acogida con la canción de Bienvenida, con tanta alegría, música y sonrisas. Durante el día siguieron llegando el resto de los padres. Después del desayuno, participamos de la Eucaristía celebrada por P. Diego con una homilía fuerte que exhortó a padres e hijos a tomar coraje y enfrentar la situación que vivíamos como familia, como exiliados, haciendo un paralelismo con la Lectura del Profeta Joel. Él nos dijo: “Nuestras familias también habían perdido el sentido de la vida, estábamos como exiliados, lo vivimos. ¿Cuál era el exilio? Era la droga y el mal que habían entrado en nuestra familia, pareciera que éramos los apartados, los leprosos, que nadie quería mirar porque estábamos fuera de lo que tenía que ser para el mundo y para nuestras familias.
El profeta ve a esos hijos y les dice: ¡Vengan! Somos nosotros que gracias a la Comunidad Cenacolo nos muestra el amor de Dios, ve como nuestras familias que también son sus hijos, venimos para poder encontrar el abrazo de un Padre que toca nuestro corazón desarmado, roto, sin fuerzas.

Hoy, desde lo más profundo del corazón, podemos descubrir qué dichosos somos porque el Señor Jesucristo nos regaló la fuerza de la Fe, la esperanza de poder levantarnos y seguir adelante. Nos dio el coraje de caminar y vivir todos los días como hijos de Dios, como hijos de la luz, como hijos de aquel que nos pone en el corazón la fuerza interior que necesitamos para luchar, para decir la verdad, para poder decir: “Esto, en casa, no”. Para poner en práctica tantas cosas que antes por una cosa u otra no hacíamos. A nosotros también Jesús nos dice: “Felices los que cumplen la Palabra de Dios y la practican”

Nos encomendamos a María, nuestra Madre, le pedimos poder abrir los brazos y tirarnos al vacío, en el buen sentido, sabiendo que todo lo que vamos a vivir es dejar que el amor de Dios pueda siempre fortalecer, pueda aumentar y pueda darnos siempre el corazón de discípulos.
Ese sábado vimos un video y una catequesis de Madre Elvira: “Padres que caminan junto a sus hijos”, gracias al día soleado pudimos compartir las reflexiones de cada padre al aire libre, con el P. Diego y los responsables de las casas: Elisa, Angelo y Chema.

Cada día participamos del rezo del Santo Rosario caminando. Por la noche, después de las famosas y tan ricas pizzas de la Comunidad, nos reunimos en la Capilla para un momento de cantos con gestos y concluimos con la Adoración. Allí, en un silencio profundo interior, sólo interrumpido por las notas de la suave música, sentimos el cálido abrazo de Jesús y su voz que nos decía: “Estoy con vos, siempre. Yo te amo”

El día domingo a la mañana, compartimos otro video más actual de Madre Elvira y escuchamos algunos testimonios de los responsables, de P. Diego, Ryan y Juan Cruz.

Después de un apetitoso almuerzo los padres actuamos, haciendo un sketch para robarles risas y alegría a nuestros hijos, y la sorpresa de que sus padres serían capaces de ser felices con los disfraces y maquillajes. Fue un momento lindo de distención y de descubrir los hijos a unos papás con una chispa diferente en esa sencilla actuación. Terminamos con una canción a la Familia. Cerramos el día y el encuentro con la Coronilla de la Misericordia en la Capilla.

Fue un “mini retiro” y visita, de muchas emociones y amistad y los padres nuevos pudieron vivir la vida comunitaria con sus hijos.

Agradecemos profundamente a la Virgencita de Luján todas nuestras vivencias, tan llenas de Dios, de Amistad, de Entrega, Amor y mucha Esperanza.

                                                     Any, de Comodoro Rivadavia

TESTIMONIOS DE  PADRES
Querida familia, en primer lugar, quiero agradecer estos días vividos junto a ustedes, me reí, lloré, recé, recé, me emocioné. Como padres, vinimos por el hijo, hasta que entramos en la fraternidad, y no es sólo Juan Cruz, son todos estos chicos que dan su corazón sin conocerme y hasta en los más mínimos detalles. Son verdaderos guerreros que transmiten esperanza sin importar su vida pasada. Me hicieron crecer, sentir, me llenaron el alma. contágienme de esa fe, sigan su camino, persigan sus sueños, los quiero mucho, GRACIAS DE CORAZON. Martin.

Hola a todos! Este fin de semana pasado tuvimos un encuentro de padres en Pilar y a medida que me acercaba a la casa fui sintiendo distintas emociones y no se imaginan la hermosa bienvenida que nos dieron los chicos. Durante el encuentro hubo dos situaciones que me movilizaron mucho y llenaron mi espíritu. Una de ellas fue la Adoración, sentí que algo muy fuerte sucedía dentro de mí, sentí la presencia de Dios vivo y verdadero en mi ser. ¡ GRACIAS DIOS MIO!. ¡GRACIAS A MADRE ELVIRA! En un momento P. Diego invita a los chicos a abrazarnos y en ese abrazo sentí que abrazaba a Dios. Vi con mucha admiración los videos de Madre Elvira, ella nunca bajó los brazos ni dejó de creer.¡ GRACIAS POR TU SI. Muchas gracias Comunidad Cenacolo.!!! Susana.

¡Hola Comunidad Cenacolo! Quiero compartir mi testimonio agradeciendo la recepción y la acogida recibida con una hospitalidad sincera de los jóvenes, responsables, P. Diego y amigos de la casa de Pilar. ¡Sinceramente me sentí amada, mimada, en igualdad, contenida…! De la catequesis y videos de Madre Elvira me queda una gran enseñanza, de una Madre de la Vida, del Amor, de la Alegría y la Libertad, que se donó para educarnos a sentir y vivir la vida, nuestro presente y percibir la Misericordia y Providencia Divina a través de la perseverancia en la oración, la práctica de la Palabra hasta llegar a sentir el Amor, la Paz, la Libertad, la Esperanza y Confianza en Dios. Sigo caminando con atención, despierta, con mi fe latente, confiando en Dios y la Virgen. Gracias Madre Elvira, Comunidad, gracias familias por darme fuerzas. TERESA

 

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