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¡Feliz Pascua desde Mercedes! |
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Argentina, Mercedes, domingo 4 de abril 2021
¡CRISTO HA RESUCITADO!
¡ALELUYA! ¡HA RESUCITADO!
“¡Él ha resucitado! ¡Está en medio de nosotros! En nuestras familias, en las calles, está por todos lados, no solamente en la Iglesia. ¡Está vivo para dar consuelo, vida, alegría a la humanidad!” (Madre Elvira)
Tuvimos un feliz domingo de Resurrección todos unidos en la Fraternidad Divina Providencia de Mercedes. Luego de ir preparando este día con todas las celebraciones previas del Triduo Pascual, llegamos con el corazón limpio para recibir a Jesús resucitado.
A veces Dios nos desbarata los planes para mostrarnos sus caminos, para enseñarnos a aceptar algo distinto a lo que habíamos preparado, quizá con mucho esmero y cuidado. La Fiesta de Pascua este año la iban a organizar con danzas y cantos las chicas de la fraternidad femenina Jesús Misericordioso, homenajeando también a las mujeres en su primer año en Argentina. Pero hubo dos chicas enfermas muy levemente, así es que la celebración se realizó en Mercedes.
Llegaron a Mercedes padre Eugenio con casi todos los jóvenes de Pilar, padre Eduardo Musatto, y unos pocos amigos de Pilar y de Mercedes. La Comunidad en Mercedes es el campo típico de la Argentina, muy grande, con cultivos y animales. Siempre es agradable visitar este lugar tan bien mantenido, con la huerta enorme y prolija.
Todo se realizó con sencillez y al aire libre, hubo mucho cuidado siguiendo el protocolo, se trató de hacer una fiesta breve y de pocas personas.
Luego de algunos bailes con gestos en el “ángulo de oración”, comenzó la Santa Misa concelebrada por los dos sacerdotes. Era muy bello ver los jóvenes de las dos casas masculinas de Buenos Aires, la amistad entre ellos y la alegría del reencuentro, ya que muchos compartieron un trecho de su camino e hicieron amistad. Se vivía un clima de alegría, de música, de baile.
En la homilía, P. Eugenio nos habló concretamente de la alegría pascual relacionándola con la alegría comunitaria. “Cómo nos cuesta, cómo les cuesta muchas veces a cada uno de ustedes estar alegres.” A veces preferimos ponernos la máscara de triste, de amargado en vez de una sonrisa que ilumine mi cara. Explicó que no es que no tengamos problemas, sabemos que en la Comunidad hay tantos problemas como en el mundo, pero no nos sacan la alegría del Señor Resucitado. Porque Él está, está vivo, está con nosotros. Y si hacemos el camino de la Comunidad nos vamos dando cuenta que el Señor resucitado habita en nuestro interior dándonos mucha alegría. Una alegría que no está en el tener sino en llenar el vacío interior, en la Comunidad no tenemos nada en el bolsillo, ni celular, ni plata, ni ropa a la moda, pero tenemos verdad, amistad, consciencia de nuestra pobreza, libertad, trabajo, fe y podemos ser felices.
Los amigos también comparten la alegría profunda que hay en la Comunidad aunque haya problemas de todo tipo, pero eso no nos va a sacar nuestra alegría. Siempre está Dios que es más grande.
Entendemos la frase “Escuela de Vida”. En esta escuela aprendemos a amar, a reír, a rezar, a pensar, a ayudar, porque seguimos a Jesús.
¡Luego de la Misa más canciones con gestos y un almuerzo exquisito! Asado, Pizza y Lasaña, y un riquísimo postre, colaboración de una querida amiga.
Los jóvenes terminaban el día con un partido de fútbol “caliente”: Pilar vs. Mercedes.
Damos gracias a la Comunidad porque nos enseña que siempre podemos festejar y poner alegría en las cosas de la vida por más pequeñas que sean.
¡Gracias sor Elvira porque nos transmitiste este carisma, amor para los jóvenes que hacen el camino y amor para todos los que nos acercamos!
TESTIMONIO DE UN JOVEN
Hola, soy Enzo, tengo 24 años y hace un año y medio que estoy en la Comunidad Cenacolo, en la fraternidad de Mercedes. Fue muy lindo poder vivir esta Pascua, a pesar del coronavirus, junto a los hermanos de Pilar y los amigos. Me llegó la homilía del padre y viví la resurrección. Pude entregar el sacrificio de renunciar muchas veces a cosas que queremos; de sacrificarse para hacer los trabajos para dejar la casa linda para el encuentro con los hermanos. Fue muy lindo entregar ese sacrificio, pude hacer de ángel custodio, estar en animales y poder bailar con los gestos. Antes era muy tímido y no me animaba a mostrarme a la Comunidad con una cara linda, con una sonrisa, alegre y bailando. Luego de las renuncias y los sacrificios de Cuaresma sentí que comenzaba la Pascua como lo que hoy soy: un chico resucitado, a pesar de mis pobrezas y miserias, poder dar vuelta esa página y hoy en día luchar, luchar con cada una de mis pobrezas que a veces me debilitan, pero Él siempre está ahí. Está Jesús para motivarme y llamarme a ser una persona cada día mejor. Algo que viví muy fuerte fue la oración y la homilía, y pude vivir una resurrección especial fue algo muy lindo. Un gran abrazo para todos ¡gracias!
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