Testimonio en la Patagonia


Pilar, 25 de marzo 2021

CR TW 2Este viaje a la Patagonia fue como transitar la Cuaresma y la Resurrección de Pascua. Lo vivimos intensamente desde el momento que iniciamos el viaje rumbo al sur de Argentina, precisamente a las ciudades de Comodoro Rivadavia y Trelew.

Salimos de Buenos Aires a la madrugada y llegamos a Comodoro luego de 17 horas de viaje. En el auto íbamos el Padre Eugeni, Elisa, Nicoletta, Alejandro, José María y yo. Quiero destacar que durante el traslado el compañerismo fue una constante mientras transcurrían las horas y las necesidades propias de alimentarnos, de estirar un poco las piernas en los momentos que se paraba en las estaciones de servicio para cargar combustible.CR  TW   7

Cuando llegamos a Comodoro Rivadavia, las madres nos estaban esperando con gran alegría, nos acomodaron en la casa de Anita, amiga y madre de la Comunidad y luego se celebró la Misa en su casa. Después una cena deliciosa: sopa, tarta y helados. Todo esto brindado con mucho amor, atención, palabras de afecto y bienvenida de parte de las amables anfitrionas.

Al día siguiente fue el encuentro con los Padres en Camino: Santa Misa, Adoración, testimonios y compartida; el padre Eugenio nos habló: “no se queden en el dolor porque ahí no encontrarán a Dios”. “Las catequesis nos ayudan a superar las dificultades, a cambiar. Y en las compartidas, hablo, digo, lloro, me desahogo. Después de todo esto, un poco cambio. Duermo en paz”. En definitiva: “La compartida se hace de lo que vivimos en el presente, no solo compartida del pasado.” Finalmente nos dijo: “Ustedes son un milagro de Dios”.

CR TW 3Pude sentir y observar la esperanza y apertura de corazón de los padres que manifestaron con palabras emocionadas la posibilidad de poder rescatar a sus hijos de las drogas, como así también su agradecimiento por ver el cambio y la transformación de sus familias.

Al día siguiente partimos para Trelew, a 400 km casi desiertos. Llegamos a la casa de nuestros queridos amigos, Mónica y Juan Manuel, quienes están tramitando el duelo reciente por el fallecimiento de su hija. Se encontraban también las amigas de la Comunidad para celebrar la Santa Misa.

Luego fuimos a una casa que tiene la Comunidad donde se hacen los coloquios, hablamos con algunos padres y también se hicieron coloquios a algún joven.CR TW

Esa noche dormimos en Playa Unión, en casa de las amigas. Al día siguiente Padre Eugenio celebró la Misa y partimos.

Me permito recordar que al salir de Comodoro partimos con dos vehículos ya que nos donaron un auto. Lo que permitió viajar más cómodos .Uno de los autos regresó para Buenos Aires, el otro siguió para la cordillera. Antes visitamos a una amiga que no nos esperaba y le hicimos una linda sorpresa. No conocía a P. Eugenio ni a Nicoletta. Cuando nos vio dijo: “¡Un padre con sotana! ¡Vino el Vaticano a mi casa! De ahí en más un torbellino de conversaciones cruzadas, llenas de entusiasmo y humor, pero sobretodo en esa visita quisimos llevar amistad y amor. Ella nos agradeció infinitamente, está pasando por una enfermedad delicada.

Salimos para la cordillera y llegamos al pueblo El Hoyo, recientemente asolado por los incendios. Allí vive la primera mujer argentina que entró en la Comunidad Canacolo, en Italia, Carla. Su vivienda fue arrasada por el fuego. Nos recibió con su mamá y la trabajadora social del pueblo que están dando a conocer la obra de la Comunidad. Los primeros frutos ya llegaron porque un joven ya entró en Mercedes.

CR   TW   5Allí cenamos y nos hospedaron en una cabaña donde el Padre celebró la Santa Misa. Fuimos a llevarles esperanza, amistad para un nuevo recomenzar. Nos despedimos y partimos para Neuquén, pasando por Bariloche. El paisaje de la cordillera nos impactó por su belleza, lagos, bosques, picos nevados. Dimos gracias a Jesús y a María en cada Rosario por tanta belleza.

En Neuquén visitamos a Flor, una joven que hizo experiencia hace unos años. Tomamos un rico té, compartimos gratos recuerdos, nos despedimos con un fuerte abrazo de amistad, sintiéndonos en familia. Y partimos para Buenos Aires.
A días de la Pascua de Resurrección, este viaje significó un vivir de cada enseñanza que me nos dado Madre Elvira, cuando dice: “¡Somos una Comunidad de hombres y mujeres resucitados que han experimentado la misericordia del Señor!”

Gracias!!


TESTIMONIO DE NICOLETTA

Primero agradezco a la Comunidad por el viaje a Comodoro Rivadavia. Fue muy lindo para mí poder testimoniar y llevar la Comunidad a otra provincia de Argentina. Todo lo viví como una providencia. Me llegaba mucho la acogida de las mamás, sentía su amor y cariño en cada gesto de servicio.
En el encuentro de padres pude ver todo lo que mi familia vivió y vive fuera de la Comunidad. Pude ver la Comunidad desde otro punto de vista. Gracias a eso volví con muchas ganas de caminar confiando en lo que Dios tiene para mí.
¡Gracias a la Comunidad por todo lo que hace por cada una de nosotras, de verdad me siento muy amada! Gracias!!CR   TW  6
Nicoletta