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Navidad en Mogi |
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La Navidad de este año será recordada seguramente como muy particular. La pandemia cambió muchas cosas: Este año lo vivimos “adentro” de nuestra fraternidad, sin todas las actividades que antes nos ocupaban.
Así que el tiempo del Adviento estuvo lleno de espera, fue un tiempo para caminar juntos hacia la Navidad, vivida en la oración y los empeños.
La Vigilia de Navidad fue muy bella ya que pudimos reunir las fraternidades “Santa Teresita” y la Misión “Nuestra Señora de la Ternura”, con tíos, tías, familias y niños.
Los días anteriores a la Navidad fueron intensos, con la Novena, las confesiones y la revisión de vida llegamos al día de la Fiesta con el corazón limpio y en paz. Se respiraba una atmósfera familiar, la celebración de la Vigilia se vivió muy intensamente, la decoración de la capilla fue realizada con esmero y también los cantos…en fin, todo mostraba que estábamos viviendo un día especial. En la homilía, el Padre Eugenio habló de la grandeza de Dios Padre, que manifestó su gran amor por nosotros donándonos a su Hijo Jesús, que se hizo niño. Entonces todos nos detuvimos un instante frente al Niño para entregarle nuestras vidas y nuestra Comunidad.
Al finalizar la Santa Misa Don Eugenio nos bendijo con un bebé recién nacido y luego intercambiamos los saludos navideños….y seguimos festejando bajo el árbol de Navidad donde cada uno tuvo un regalo, preparado por su “amigo secreto”. Es bello cuando se puede compartir algo entre nosotros, cosas sencillas y de poco precio pero que enriquecen nuestra vida para siempre.
El día de Navidad comenzamos con la oración del Rosario y luego la Santa Misa. Don Eugenio nos hizo reflexionar sobre lo que el mundo de hoy considera fuerte y potente, por ejemplo los superhéroes, que superan su humanidad con poderes especiales. En cambio, la fuerza y la potencia de nuestro Dios se manifiesta en hacerse “uno de nosotros”, despojándose de su realeza y su divinidad para estar más cercano al hombre: Dios se ha hecho un Niño como nosotros. Esta es la fuerza y la omnipotencia de Dios… ¡nada es imposible para Él!
Luego de la Misa nos reunimos para el almuerzo y no podíamos dejar de recordar con cuánta fuerza hemos experimentado la Providencia de Dios en este año, gracias a la bondad y la generosidad de mucha gente: durante el Adviento recibimos mucho alimento, ropa, las cosas esenciales y algo más, así que pudimos disfrutar un buen almuerzo brasilero: ¡¡el verdadero churrasco!!
¡Gracias San José porque siempre piensas en nosotros! ¡Gracias a todos los amigos que nos ayudaron en el último tiempo y que siempre están junto a nosotros!
Después del almuerzo vivido con alegría y amistad, compartimos un buen rato en un clima familiar este momento especial. Luego, como de costumbre continuamos nuestra amistad en el campo de fútbol…
Gracias a ti, Niño Jesús porque nos bendices con tu sencillez y tu amor, gracias porque nos has protegido este año. Gracias por el don de la confesión y la posibilidad de llegar a Navidad con el corazón limpio! ¡Gracias por el don de la Comunidad y por el don de nuestra Madre Elvira que nos enseñó la belleza de la fe!
¡Gracias a todos ustedes! ¡Es bello que tú existas!
MOGI |
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