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Paraguay...Testimonios! |
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CUARESMA 2020
Hola a todos! Soy Steven, tengo 36 años y vivo en la fraternidad San Miguel Arcángel en Paraguay. Les contaré un poco de esta Cuaresma ya que cada una es distinta a la otra! Este año, la cuarentena me ayudó a entrar más profundamente en mi historia, ya que estoy en casa siempre compartiendo plenamente con los hermanos. Esto me hizo redescubrir la alegría de las pequeñas cosas, permanecer en el trabajo hasta el final, los servicios en momentos de unidad y una amistad más comprensiva. En este periodo, noté que muchas veces estoy nervioso, impulsivo, frontal y
orgulloso. Pienso que en este momento, Jesús me está llamando para dar un buen paso, pedir disculpas por las pequeñas cosas, por las pequeñas reacciones, por los malos entendidos. Agradezco a los hermanos de la Comunidad por su amistad y su trabajo diario, porque gracias a ellos siento que vivo en una familia grande! ¡Gracias Madre Elvira porque nos abriste este maravilloso camino a Jesús, María y San José! STEVEN – Italia
Mi nombre es Alejo, tengo 18 años y vengo de Argentina. Lo que me emociona en el camino de Cuaresma son los pasos que puedo dar. Sentí el deseo de profundizar mi oración personal y mi relación con Dios; pude vivir muchos momentos profundos y descubrir los frutos de la oración: acercarme más a mis hermanos, pedir perdón por mis errores, elegir incomodarme, reconocer mis errores y tener una visión positiva de mi vida. Puedo decir que estos pasos son los milagros que Jesús hace en mi vida. Cosas que antes no quería ver porque no tenía quien me diera una visión positiva de mi vida. En Comunidad, con la ayuda de los hermanos y gracias a renunciar a muchas cosas que no eran buenas para mí, pude redescubrirla.
Hoy me siento agradecido de todo corazón porque salí del camino del mal y porque al final de este camino de Cuaresma siento que resucité con Jesús para continuar viviendo en el bien.
Agradezco a la Comunidad y a Madre Elvira por la oportunidad de poder apreciar el gran regalo de la vida. ALEJO Argentina
Soy Rudi, tengo 27 años y soy de Costa Rica. Mi experiencia de esta Cuaresma es como un periodo de conversión en el que aprendo a limpiar mi corazón, profundizando mi amistad con los hermanos, especialmente con los que tengo dificultades. Abrí mi corazón a Jesús para que Él pueda curar mis heridas que hacía mucho que sangraban.
Fue una experiencia fuerte que cambió mi vida en esta Cuaresma. Aprendí a ofrecer mis dificultades y mis pobrezas al Señor porque solamente Él es capaz de entenderlas y transformarlas. Agradezco a la Comunidad la oportunidad de aprender a vivir la Cuaresma con todo el corazón y a descubrir que la historia de Jesús no es un cuento de hadas. La vida de Jesús y su historia es la de una vida entregada por amor, una vida que salva, es la verdad de toda vida! Gracias a la fe experimento cada vez más la belleza de la Santa Misa y la presencia de Jesús en la Eucaristía y en el Santísimo Sacramento. RUDI (Costa Rica)
Me llamo Jefferson, tengo 38 años y estoy haciendo mi camino en Paraguay. Estoy aprendiendo y gustando de las costumbres de otro país y estoy viviendo un período de lucha, que ya lo tenía en Brasil, porque no entendía ni profundizaba mucho lo que significaba la Cuaresma. En Paraguay pude entender que Cuaresma es un momento en el que el mal está más cerca con sus tentaciones y te llama para el mundo. Jesús nos enseña que sin lucha no hay victoria, Él ha vencido a la muerte para darnos la vida eterna y en esta Cuaresma aprendí a tener más confianza en un Dios que nos ama. JEFFERSON (Brasil)
