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¡¡Noticias de Filipinas!! |
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Fraternidad “Tierra Prometida”
Muchos saludos desde Filipinas, queremos compartir muchas cosas bellas que hemos vivido. Comenzamos con la llegada de los padres de Tiziano, que luego de más de un año de misión, ha recibido el don de volver a verlos. Estuvieron dos semanas e hicieron una pequeña experiencia dedicándose al trabajo, a la escucha de la Palabra y de las catequesis de Madre Elvira. Nos dieron mucha alegría y esperamos que puedan transmitir a todos los que encuentren las cosas que recibieron aquí.
Desde septiembre, que llegó Hermano Hubert con nuevos misioneros, realizamos rápidamente varios trabajos: la construcción de la capilla bellísima; un baño grande, un galpón para las herramientas y la huerta con muchas verduras y árboles de frutas. Ahora estamos muy contentos de poder anunciarles que con tanto trabajo y mucho sacrificio se pudo inaugurar la Fraternidad “Tierra Prometida”, la primera casa cenacolina en Asia. Hicimos todo un día de Fiesta, abriendo la puerta a los amigos, a las familias de los jóvenes y a los vecinos que estuvieron cercanos en este primer año.
El sábado anterior a la Navidad vinieron muchas personas, especialmente jóvenes, para vivir una jornada de oración, de escucha y de amistad. Comenzamos la jornada rezando el Santo Rosario, luego hicimos la Adoración Eucarística con intenciones espontáneas y la celebración de la Santa Misa con el Padre Adrián. Luego compartimos el almuerzo que prepararon algunas amigas de la casa junto a nuestros Mario y Michael. Más tarde recomenzamos con la Coronilla de la Divina Misericordia y un video de presentación de nuestra Comunidad.
Fue muy lindo ver y escuchar a Madre Elvira testimoniando que “Nada es Imposible para Dios”: muchos de los presentes pudieron comprender muchas cosas de esta obra de Dios que se está desarrollando en todo el mundo. Invitamos a todos a cantar y bailar con nosotros; luego Killian y Mario dieron testimonio de su resurrección, del don de la Comunidad y de la Misión.
El domingo siguiente, recibimos a los religiosos, a los sacerdotes y al Arzobispo de la Diócesis, Monseñor S.E.R. Sócrates, un hombre de Dios que desde el principio deseaba recibir esta obra del Cenacolo aquí en Filipinas. Esta jornada también comenzó con el Santo Rosario para invitar a la Virgen a estar junto a nosotros. Después, el Obispo celebró la Santa Misa y bendijo la capilla. Fue emocionante participar en estos momentos significativos y todos juntos rezamos para que a través de este lugar bendito, muchos jóvenes puedan convertir sus vidas.
Luego de la celebración, Fratel Hubert compartió su llamada a la vida consagrada y al sacerdocio. Para concluir vimos un video preparado por Tiziano, con fotos de los trabajos, y del desarrollo de la casa desde los inicios hasta hoy. La vigilia de Navidad llegaron la hermana y dos hermanos de Mario, desde Austria, para compartir algunos días con nosotros.
La cena de Nochebuena fue muy rica y luego fuimos a la capilla San Judas Tadeo para la celebración de la Santa Misa con muchos jóvenes y amigos.
Regresamos a la Fraternidad y tuvimos un profundo momento de Adoración y agradecimiento al Niño Jesús que ha nacido entre nosotros. Por la mañana del último día del año, fuimos a la capila de a uno para una adoración personal y escribir qué queríamos dejar a los pies de Jesús de este 2019 y las intenciones para el nuevo año. A la noche Padre Adrian celebró la Misa de María Madre de Dios y vivimos un momento de alegría, jugamos juntos hasta medianoche que fuimos a la adoración.
Rezamos por nosotros mismos, por este nuevo año de misión, que se cumpla la voluntad de Dios en todo y encomendamos al mundo entero. La velada terminó quemando las intenciones que habíamos escrito a la mañana, en una gran hoguera, cantando y bailando con alegría, al Espíritu Santo. En cada oportunidad, desde el trabajo a la preparación de la casa, hay momentos de amistad y de oración, por la llegada del niño Jesús, por el fin del año pasado y el comienzo del nuevo, todos momentos vividos en familia. Nuestra gran familia del Cenacolo: unidos en comunión por el mundo entero y con Madre Elvira.
Les deseamos un año bendecido, les pedimos mucha oración para que los jóvenes de Filipinas puedan comenzar a recibir muchos jóvenes que necesitan la vida, la alegría y la paz. Rezamos por los jóvenes de Asia y por todos los que necesitan encontrar el amor de Dios. Gracias, un fuerte abrazo,
Los misioneros filipinos