PEREGRINOS EN CZESTOCHOWA |
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Tarnow, 16 de agosto 2019
Czestochowa, 26 de agosto 2019
Este año también hemos participado en la peregrinación a la Virgen Negra de Czestochowa. Partimos desde Tarnow luego de la Santa Misa y la bendición del Obispo; como de costumbre, los del Cenacolo íbamos en el Grupo 21 de la Beata Carolina, Patrona de la ciudad de Tarnow. La peregrinación era de nueve días con etapas que iban de 25 a 45 km, partimos con mucha alegría y nos sentimos muy bien recibidos por el pueblo polaco. Las primeras etapas fueron muy cansadoras pero luego, gracias a la oración y a las canciones nos sentimos más aliviados.
Luego de los primeros días la oración se fue profundizando en el grupo y también el equipo y la amistad se fue consolidando. Se sentía la fe y el sufrimiento de un pueblo que pasó por miles de tribulaciones, y la fe se respiraba a cada paso. Cómo nos recibían en los diversos pueblos de campo por los que pasábamos, las sonrisas, los saludos donde cada familia ofrecía con una sonrisa la providencia de una fruta o de lo que podían ofrecer. Cada noche, al terminar la etapa, llegábamos a las carpas ya listas y a un gazebo, todo montado por nuestros jóvenes, para lavarnos, algo para comer y compartíamos con los otros del grupo. No faltaron los momentos de juegos, de oración y de compartir. La organización polaca estaba muy atenta con lo que pudiéramos necesitar y también con nuestros pobres pies llagados, brindando un buen servicio sanitario.
El tiempo nos acompañó con días soleados y alguna lluvia esporádica y a medida que nos acercábamos a Czestochowa la oración y la Misa cotidiana se hacía cada vez más sentida, también la Adoración. Atrás del grupo había sacerdotes para confesar a medida que caminábamos. Lo que fue una gracia especial para llegar delante de la Virgen con el corazón liviano y limpio. Finalmente, luego de nueve días entramos en la ciudad desfilando junto a todos los grupos; era impresionante ver esa multitud de personas, rezando todas juntas caminando, saltando, cantando, cansados físicamente pero radiantes en el alma, la gente de la ciudad se acercaba y se contagiaba.
En la colina de Jasna Góra pasamos a través del santuario y rezamos delante del ícono de la Virgen, luego, en la plaza llena participamos de la Santa Misa celebrada por el Obispo de Czestochowa y varios sacerdotes de los grupos, entre los que estaba nuestro Don Marco. Con la bendición finalizó la peregrinación y cada uno se llevó a casa una experiencia enriquecedora para compartir con los hermanos de nuestras fraternidades.
En el regreso visitamos el Santuario de la Divina Misericordia, donde a las tres de la tarde rezamos la Coronilla con las hermanas del Santuario frente al cuadro de Jesús Misericordioso.
También fuimos al campo de concentración de Aushwitz donde rezamos en silencio por las miles de víctimas de la maldad humana, siguiendo fuimos al Centro Juan Pablo II en Cracovia. Llegó el regresó a Italia para algunos, mientras que otros se quedaban para ayudar a los hermanos de Tarnow en el 15 aniversario de la casa.
Agradecemos a la Comunidad haber podido caminar hasta Czestochowa, llevando las oraciones de toda la Comunidad, gracias Madre Elvira por estar en medio de nosotros, en nuestros corazones, motivándonos con el ejemplo de la cruz.
Los Peregrinos a Czestochowa de la Comunidad Cenacolo