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zia ElenaGracias Madre Elvira por tu alegría, tu sonrisa y tu vida interior, por tu “sí” a Jesús que se transformó también en nuestro “sí”. Te agradezco por esta familia de la Comunidad que se transformó en parte de mi familia. Entré a los 18 años, tóxica, triste, apegada a las cosas materiales y hoy me encuentro en Perú, feliz de correr, amar y donar parte de mí a estos espléndidos niños. Cada mañana me despierto con la sonrisa de un niño, que se llama Juan Pablo y me saluda con la mano cuando paso para ir a la capilla a rezar el rosario. Esos momentos me dan la fuerza y las ganas de ir adelante cada día. Hace casi 3 años que estoy en Villa Salvador y nunca termino de aprender cosas de ellos. A menudo me asombro de cómo Dios no nos abandona nunca con la Providencia. Es bello vivir en esta tierra y descubrir que siempre se puede dar más poniendo en práctica lo que tú nos enseñaste: el amor. Vivir para amar es cómo vivir el paraíso en la tierra, gracias porque me lo enseñaste, gracias porque estás, y porque Jesús te ama tanto. Te quiero mucho, Tía Elena


zia SarahRecuerdo muy bien la primera vez que te encontré, Madre Elvira. Era principios de julio de 2011 y yo hacía poco que había entrado para hacer una “experiencia” de 40 días. Era un día difícil, sufría, y tú llegaste a la fraternidad de improviso; me levanté para abrazarte y lo hice despacio, con temor de hacerte daño. Tú me tomaste fuerte y me dijiste: “¡Tú…con ese miedo de abrazar! ¡Aprieta! ¡No me rompo!” En seguida entendiste qué difícil era para mí abrazar y dejarme abrazar. Después me miró y me dijo: “Levántate ¿comprendes? ¡No te quedes mirando los que los demás te dirán, tú solo levántate y ve!” En ese momento sentí una gran alegría, se alejó la tristeza y comprendí que antes no había vivido. Entonces entré en la Comunidad y hoy estoy en Perú en la misión. Aquí hubo y hay mucha lucha pero en el corazón está la certeza de la fe, el saber que en cada momento, en cada cosa que vivo está Jesús junto a mí. Gracias, Madre Elvira, porque cada día mi vida renace y se llena de alegría, gracias por los muchos abrazos y sonrisas que me has dado cada vez que me encontraste y que hoy encuentro en los niños. Gracias por tu ejemplo y la fuerza que logras transmitir y que junto a la oración me empujan siempre adelante. Tía Sarah


edna1Me llamo Edna, tengo 17 años, agradezco a Dios la oportunidad de haber conocido a Madre Elvira: fue un gran don. Para todos nosotros tú eres y serás un ejemplo de mujer con un carácter fuerte y una gran espiritualidad. Gracias, Madre Elvira porque me hiciste descubrir el verdadero valor de la vida, aún con mis dificultades y caídas, siguiéndote a ti y tu ejemplo logro ser mejor. Edna

 

 

ana paula1Me llamo Ana Paula, tengo 18 años. Entré en la Comunidad cuando tenía 4 años y hoy agradezco a Madre Elvira todo lo que han hecho por mí, ya sea en la oración como en los gestos simples que hoy me hacen feliz. ¡Gracias mil, Madre Elvira por tus 80 años de sonrisas y de amor! Ana Paula

 


cassiane1Me llamo Casiana, tengo 13 años, agradezco a Dios haber tenido la posibilidad de encontrar la Comunidad y de conocer a Madre Elvira, una mujer llena de fe y de espiritualidad. ¡Gracias, Madre Elvira porque eres una Madre para todos nosotros! Casiana

 

 

ingridSoy Ingrid, tengo 12 años, vivo en la fraternidad San Lorenzo desde los 5 años y estoy feliz de poder vivir aquí y de haber conocido a Madre Elvira y a la Comunidad. Agradezco a Madre Elvira ya Dios que me hizo entrar aquí, una Comunidad de paz y amor, agradezco el amor de las tías y los tíos, por todo lo que hicieron bueno y bello por mí. Gracias Madre Elvira y la Comunidad porque me siento en familia. Ingrid

 

 

tia gloria1

 

 

¡Hola! Soy Gloria, una Tía de la misión de Bahía y agradezco mucho a Dios por el don de haber conocido a Madre Elvira en este tiempo particular de su vida. Me sentí muy amada, consolada, pensando en ella, que tuvo la fuerza, la confianza y la esperanza de ir adelante para luchar por el bien. Al estar cerca de personas que la conocieron antes que yo, veo el amor que ella ha donado. ¡Gracias! Tia Gloria