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Encuentro en Tarragona |
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Los días 1-2 de agosto tuvo lugar el encuentro de padres e hijos de España en la Fraternidad Divina Misericordia (Tarragona). Era un encuentro muy esperado después del confinamiento por el COVID 19 y vivido con mucha alegría. Los padres han encontrado a sus hijos con una vida renovada, con la cara y la mirada alegre y morenos por el trabajo al aire libre. Se ha podido compartir y pasear por el extenso huerto e instalaciones de la casa, situada en medio del campo y rodeada de montañas.
El sábado tuvimos el don de contar con la presencia del recientemente ordenado Padre Alvaro de Riba que estuvo todo el día atendiendo las necesidades espirituales de los chicos de la Comunidad. Después de cenar disfrutamos de una hora de adoración al Santísimo Sacramento debajo de la gran encina y a la luz de la luna casi llena, que consoló los corazones de todos. El domingo celebramos la Eucaristía al aire libre bajo unas grandes carpas. Presidieron el padre Emilio, el padre Xavier y el padre Ignacio. La Palabra del día fue providencia del Señor para un día tan especial: “Venid, comprad trigo, comed sin pagar vino y leche de balde” (Is 55, 1-3), “…tú les das la comida a su tiempo; abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente” (Sal 144), “…no tenemos más que cinco panes y dos peces. …Comieron todos hasta quedar satisfechos…” (Mt 14, 13-21). En la homilía el padre Emilio enfatizó en que todos hemos de dar al Señor nuestros cinco panes y dos peces, es decir, todo los que tenemos, todo lo que somos, desde nuestra humildad, para que Él haga el milagro de la multiplicación y nosotros, que no somos, podamos ser.
Después de una excelente comida preparada por los chicos de la Comunidad rezamos la Coronilla de la Divina Misericordia y escuchamos los testimonios de varios de los chicos. Con canciones y bailes de gestos finalizó el encuentro.
Gracias Señor por estos dos días tan estupendos, llenos de felicidad y por todos los dones recibidos durante el encuentro y por haber puesto en el corazón de Madre Elvira el "Camino de los Padres", que nos permite a las familias ser parte del "milagro de resurrección" de nuestros hijos.
Papá Fernando y mamá Carmen.