América Latina: Retiro de Misioneros

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Argentina, Pilar,

19 – 23 febrero 2020

Buen día a todos.

En estos días la Divina Providencia permitió que un grupo de misioneros de las distintas realidades de América latina (Perú, Brasil, Paraguay, México y Argentina) pudiéramos realizar un retiro juntos. Hacía varios años que no podíamos vivir un momento así y Dios sabe qué importante es para nosotros poder parar, desconectar y dedicarnos a la oración. Nuestra vida misionera está compuesta por mil corridas diarias que nos ocupan el día en nombre del servicio de caridad que realizamos, lo que muchas veces nos lleva a no estar atentos a la oración, un poco a imagen del Buen Samaritano frente a quien nos precisa y necesita

Un buen número llegamos juntos desde Brasil por carretera, lo que ya fue una oportunidad para comenzar nuestro retiro en forma de peregrinación, rezando y compartiendo en el camino. Lo más fuerte fue la alegría de volver a vernos después de años.

Cuando llegamos a la Argentina, fuimos maravillosamente recibidos por un grupo de jóvenes que tenían curiosidad por vernos, por conocernos después de haber oído hablar de nosotros.

El primer día fue dedicado especialmente a la oración. Nuestros días siguieron el ritmo de los momentos de oración, la oración del rosario, seguida por la silenciosa adoración eucarística y después las catequesis de nuestros Padre Massimo, Padre Eugenio y Padre Michel, que nos hablaron con el corazón.

Finalmente, por la mañana celebramos la Santa Misa. Quedamos impresionados por cómo el Espíritu Santo nos dio cada día la palabra justa que necesitaban nuestros corazones.

Tuvimos la oportunidad de conocer la nueva fraternidad femenina de Villa Rosa, la última piedra preciosa de la Comunidad Cenacolo, nacida a fines del año pasado. Vivimos una bella y profunda compartida de nuestra vida sobre el tema de la transmisión del carisma a las nuevas generaciones, viendo los frutos de estos años de vida misionera vividos por nuestra Comunidad en estas tierras. Tenemos mucho que agradecer a Dios, porque en el carisma de la Comunidad cientos de bebés, niños, amigos, fueron tocados por el amor de Jesús…y hoy, también las chicas de estas tierras tienen la oportunidad de estar un tiempo en nuestras misiones.OldArg2

El viernes fuimos a la casa de Mercedes; allí estaban los jóvenes de Pilar, que nos habían cedido el espacio para el retiro. Mercedes es una realidad sorprendente, en el corazón de la pampa argentina, donde los jóvenes aprenden el trabajo de campo a la manera de los verdaderos “gauchos” , con la cría de ganado.

Cuando regresábamos a Pilar, paramos en el Santuario de la Virgen de Luján, para entregar y agradecer a María su intercesión y protección por nosotros.

Te agradecemos Madre Elvira, por confiar en Dios y por haber tenido el coraje de creer que unos pequeños y pobres como nosotros podíamos ser instrumento para llevar el Amor y la Misericordia de Dios a nuestros hermanos de América Latina. ¡Un abrazo grande!