VISITA DE LOS PADRES EN ARGENTINA |
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Pilar, 1 de septiembre 2019
“No puedo imaginar la alegría que habrá en el Cielo al ver a tantos padres compartiendo la Eucaristía con sus hijos, en familia. Hijos que antes no iban a Misa, padres que, quizá, tampoco.”
El domingo pasado la Fraternidad N. Sra. de Luján se vistió de fiesta para recibir a los padres de los jóvenes que están haciendo el camino en las diversas casas. Siempre renovada la emoción de ver al hijo, a veces luego de varios meses, y encontrarlo en el camino del bien y también la de los hijos cuando encuentran la familia que está caminando junto a la Comunidad en el camino de la vida nueva, de la conversión, del perdón. Como siempre, están presentes en la visita muchos padres que el hijo ya no está en la Comunidad pero que ellos siguen porque son parte de la Comunidad.
Comenzó la jornada con una bella Adoración Eucarística dirigida por el Padre Diego en la que se veía la emoción del reencuentro bajo la luz de Jesús. Luego, los jóvenes salieron de la capilla y compartimos una catequesis de P. Stefano de esta última Fiesta de la Vida, también el P. Diego y Davide compartieron a los padres. Hubo testimonios de dos jóvenes, y llegó el momento del almuerzo.
Los jóvenes de la Comunidad habían hecho la pizza, buenísima, y de postre tuvimos ricas tortas llevadas por las mamás.
Luego de un rato compartiendo padres e hijos, caminando, riendo, hablando, con una actitud que quizá no tenían antes, fuimos nuevamente a la capilla para rezar la Coronilla de la Divina Misericordia y luego cantos con gestos, donde todos bailaron, aun los más serios, expresando la alegría de haber encontrado el camino de la Comunidad. La jornada concluyó con la celebración de la Santa Misa, por el Padre Diego. Fue un día transcurrido con mucha paz, los padres se fueron contentos, dando gracias a Dios y a la Comunidad, con el corazón pleno por el día tan especial vivido. Para los jóvenes de la Comunidad no hay una fuerza más grande que ver el cambio de sus padres, que rezan, se perdonan, que están mejor entre ellos y con sí mismos.
Damos gracias a Madre Elvira porque escuchó en los jóvenes que la herida que traían tenía mucha relación con los padres y la familia; porque desde el primer día nos hizo “entrar” en la Comunidad con el hijo.
¡Gracias Señor Jesús!
RETIRO PADRES EN PILAR |