Novedades de África

04Misión Santa Josefina Bakhita,

6 de septiembre 2018

“Vivir sólo para mí mismo no me daría nada, en cambio, cada vez que logro entregarme a los demás recibo una alegría inmensa.”
(Del “Diario de Nicola”)

Queridísima Madre Elvira y queridísimos todos,

Les escribimos desde la "lluviosísima" Liberia para compartir con gran alegría lo que estamos viviendo este último tiempo. En esta tierra hay dos estaciones: la seca y la lluviosa: si piensan que Liberia es uno de los países en los que cae la mayor cantidad de lluvia al año, y que durante 6 meses, durante la estación seca, no llueve… ¡imaginen la cantidad de agua que está cayendo! ¡Son días de diluvio!

La lluvia es una bendición pero también una cruz especialmente para los pobres que viven en condiciones precarias en barracas y se les llena la casa de agua y fango. Los encomendamos a sus oraciones.

Hace unos días volvimos a celebrar el matrimonio de Marlon y Gabriella con la Santa Misa en el Santuario (Shrine). Por la mañana llovía muchísimo pero rezamos con fe pidiendo el regalo del sol. La Virgen respondió: ¡vimos correrse las nubes negras como un toldo y atrás brillaba un cielo azul! ¡Cómo nos quiere nuestra Madre Celestial!Liberia 02
A las 10.30 salimos en procesión con la imagen de la Virgen de Fátima y el cuadro de San José que Madre Elvira les regaló a Marlon y Gabriella para el casamiento. Llegamos al Santuario que estaba adornado de fiesta con muchos globos y guirnaldas de tul, a las 11. Nuestro querido amigo el padre Ambrose celebró la Santa Misa.
Poco a poco fueron llegando los vecinos y mientras ellos, uno al otro se renovaban su “sí”, todos se alegraban, exultaban y aplaudían. Una vez más los liberianos con su alegría y espontaneidad, fueron nuestros maestros de vida: ¡con ellos aprendemos a ser más libres, menos serios!

Después de la Misa invitamos a todos a nuestra escuelita y les mostramos el video del casamiento en Italia; los vecinos y los amigos miraban muy atentamente y muy felices de ver a los misioneros que han pasado por Liberia. Después del video compartimos un rico arroz y después… ¡infaltables los cantos y bailes!

¡Fue muy bello que la Providencia nos permitió contratar a un señor que vende helados con su carrito en uno de los mercados de Monrovia, así que también pudimos ofrecer el postre a nuestros amigos!

Damos gracias que estas últimas dos semanas vino el tío Ricardo, un misionero que estuvo aquí con nosotros casi 4 años. Hace un tiempo que salió de la Comunidad pero deseaba mucho regresar y abrazar a los amigos liberianos y especialmente a los niños.

Es difícil poner en palabras la alegría y emoción de nuestros “boys and girls” al poder ver y estar de nuevo con una persona que los amó y los ama tanto.

También hace unas semanas que están Ángel y Sonia con sus hijos, son unos amigos españoles, familia que son un regalo para la misión. Fueron los padrinos de casamiento de Marlon y Gabriella y fue un gran regalo que están aquí en esta “recelebración africana” del casamiento.

Liberia 01 2Pero la vida aquí en la misión es una novedad continua y, luego de la celebración matrimonial, ya estamos listos para el comienzo de las clases. El lunes pasado la Escuela Santa Josefina Bakhita abrió sus puertas y nuestras maestras, Eliza y Anita, comenzaron en seguida las clases, auxiliadas por nosotros las tías y las hermanas. Tener una escuela en la misión da mucho trabajo pero también nops damos cuenta cada vez más que es un gran don porque podemos seguir a nuestros niños de cerca y tratar de ofrecerles una buena instrucción. También los jóvenes más grandes retomaron las lecciones y van, igual que el año pasado, a la escuela de nuestra parroquia.

Estamos contentos porque es un ambiente sano y los profesores se esfuerzan por no faltar y por enseñar bien.

Agradecemos de corazón toda la Providencia recibida en este tiempo, a los amigos y benefactores que nos han ayudado a comprar los uniformes, los zapatos y todo el material escolar.
Agradecemos de corazón a todos los que nos acompañan y sostienen, GRACIAS, por vuestro corazón bueno y generoso!

¡¡¡Gracias Madre Elvira porque siempre has sido una mujer que pudo escuchar las intuiciones que el Espíritu Santo pone en el corazón; gracias porque escuchaste a Nicola y nacieron nuestras misiones, gracias porque escuchaste la invitación del Padre Adrián y comenzó nuestra aventura africana!!!
¡Gracias porque existes Madre!
Los llevamos en nuestro corazón y en nuestras oraciones: es conmovedor ver cómo los niños siempre recuerdan a las personas enfermas, especialmente de las que nos encomiendan.
Los llevamos a todos al Santuario de la “Reina de la Paz”, para que los abrace, los acompañe y los proteja siempre.
We love you plenty, Ohh!

La familia liberiana

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