 |
NOVEDADES EN PERÚ |
|
|
Villa el Salvador
2 de agosto 2018
“SÍGUEME”
Queridísima Madre Elvira, Padre Stefano y hermanas,
¡Aquí estamos! Para contarles un poco de nuestra vida en la Misión de Villa el Salvador, el mejor lugar del mundo.
Comenzamos agradeciendo a Dios y a la Comunidad por el feliz regreso de sor Marica. La extrañamos cuando no estaba, aunque nos pudimos arreglar y en los momentos más difíciles sentimos mucho la presencia del Espíritu Santo que nos ha guiado. Sabemos muy bien que era Él quien hacía las cosas y no nosotros. También fue un momento para ratificarnos en nuestras elecciones y donarnos donde la vida nos llama, sin tener siempre la necesidad de apoyarnos en una seguridad humana sino confiando cada vez más en Dios. Igualmente, estamos muy contentas de que sor Marica haya regresado a casa con nosotras.
Además, hace ya un mes que llegaron nuestras nuevas misioneras, Mónica y mamá Vlasta, que ya entraron a pleno en el ritmo de la misión. Son un gran don y una bella presencia para los niños y para nosotros.
Ahora está haciendo experiencia por un mes una joven de España, que se llama Elena y tuvo el hermano en la Comunidad. Es bello ver cómo las familias de los que han estado en la Comunidad, también permanecen tocados y quieren vivir un tiempo con nosotros para encontrarse un poco más cerca del Señor y quizá, descubrir su vocación.
Este año han venido muchas jóvenes, de España y de Italia, para hacer experiencia con nosotros y cada una de ellas fue un gran don para la misión. Las recordamos a menudo y le encomendamos al Señor que la semillita que puso en su corazón pueda brotar, crecer y dar fruto.
Pero la noticia más grande es que Víctor Martín fue transferido recientemente a Rayo de Luz, luego de muchas oraciones y larga espera. Va a vivir con la familia de Ángela, Alessandro y Brenda, una niña autista más o menos de su edad.
Para nosotros es una alegría inmensa porque por sus múltiples problemas de salud, no era fácil la adopción. En cambio el Señor, aunque nos hizo esperar, ya que sabemos que sus tiempos no son los nuestros, una vez más nos mostró qué grande es su amor hacia sus hijos predilectos.
¡Victor Martín no podría tener mejor familia! Además es una familia misionera que vive en la Comunidad y que lo quiere mucho. Ángela nos contó que ahora Víctor gira por toda la casa con una sonrisa estampada en la cara y parece el niño más feliz del mundo.
Hace poco vinieron a casa los cuatro y era tierno ver cómo Víctor no soltaba la mano de Alessandro; están haciéndose amigos y ya se aficionó mucho a él…es comprensible porque en toda su vida solo vio tías y hermanas.
Agradecemos al Señor por este gran milagro y agradecemos a Ángela y Alessandro por su sí a la vida de Víctor y Brenda.
También encomendamos a sus oraciones a la pequeña Abigail, que conocieron sor Claudia y sor María Pía. Es la niña prematura de la que ya les hemos hablado. Está bastante bien, ahora tiene 9 meses y medio y pesa poco más de 5 kilos, ya es una hija del Cenacolo porque gracias a Dios come muchísimo, pero desgraciadamente crece muy lentamente.
Por su salud tan frágil tiene muchas consultas en el hospital. Es una gran luchadora y a pesar de ser tan pequeña se hace entender muy bien.
La encomendamos a la intercesión de María para que pueda crecer bien y serena que lo necesita mucho, y para que pronto encuentre una familia que la adopte.
La última semana de julio se celebró en nuestra diócesis la Semana Juvenil, una semana entera dedicada a los jóvenes; participamos con ellos el domingo y fue un momento hermoso de fe y alegría. Con alegría aceptaron rezar juntos el Rosario frente al Santísimo que el Párroco expuso, y entre un misterio y otro leíamos catequesis de Madre Elvira sobre los jóvenes, todos escucharon con atención y les gustó. Al finalizar, muchos cantos con gestos y mucha alegría ¡estábamos todos felices!
Nuestra cita de todos los jueves a la tarde es visitar a los enfermos, caminando por la poca arena que queda en Villa el Salvador. Son momentos preciosos de amistad simple, escucha y oración que nos piden todos y luego terminar con un canto de alegría. Gina es nuestra guía fiel, que muchas veces a la semana visita a las familias más pobres y se preocupa por sus necesidades, gracias a su ayuda tenemos la posibilidad de compartir lo que podemos.
Gracias Madre Elvira por tu SÍ, por tu vida donada, por tu ejemplo de fidelidad y porque nos enseñas cómo estar bajo la cruz.
Gracias hermanas por sus oraciones y por sus corridas por Jesús y por todo lo que hacen por nuestra Madre Elvira, abrácenla mucho por nosotras.
Los recordamos en nuestras opraciones y les mandamos un gran abrazo desde el mejor lugar del mundo…Villa el Salvador.
¡¡Los queremos mucho!!!!
Sus hermanas, tíos, niños…