 |
Visita en Paraguay... |
|
|
Asunción, 14 y 15 de Octubre 2017
¡Hola a todos desde Paraguay!
¡Nos sentimos muy bendecidos con la visita de Padre Massimo, Padre Eugenio y Davide en el mes de Octubre, cuántos dones ya hemos recibido de Jesús y María, gracias a la Comunidad Cenáculo!
Fue un regalo enorme poder compartir las experiencias del Padre Massimo, Davide y el Padre Eugenio, quienes llevan ya tantos años caminando los senderos de la Comunidad, y conocen en profundidad el carisma de esta obra, que Dios mismo ha ido construyendo poquito a poco, en varios países del mundo, comenzando con el SÍ de Madre Elvira, al cual se han ido uniendo los SÍ de tantas mujeres y hombres que donan sus vidas cada día, caminando en medio de dificultades con fe, esperanza y entusiasmo. El Padre Massimo nos brindó sus reflexiones sobre la vida comunitaria, y tuvimos la alegría de tenerlo entre nosotros en el primer aniversario de su ordenación sacerdotal.
Comenzamos la visita el día sábado, con la Santa Misa y un momento de Adoración al Santísimo, junto con los responsables del centro de escucha, los jóvenes que están haciendo coloquios y sus familiares, y el grupo de los padres en camino. Para los padres y familiares de jóvenes paraguayos que viven en las casas de la Comunidad en Brasil y Argentina, fue una gracia muy especial encontrarse con los sacerdotes de la Comunidad Cenáculo, quienes acompañan a sus seres queridos en el camino de recuperación de las tóxico-dependencias.
Más tarde Padre Eugenio, Padre Massimo y Davide se reunieron con los responsables del centro de escucha y los amigos de la Comunidad Cenáculo en Paraguay, y comentamos con emoción las experiencias vividas durante la visita del Arzobispo Edmundo Valenzuela a Saluzzo el 1 y 2 de Octubre, atestiguando las señales concretas del amor de Dios que cada uno de nosotros ha recibido en el camino de la Comunidad Cenáculo.
El domingo por la mañana celebramos con alegría el primer aniversario de ordenación sacerdotal del Padre Massimo en la Santa Misa, en la Iglesia de la Virgen de la Candelaria de la ciudad de Areguá.
Fueron días de gracia, de encuentro, y nos despedimos con la certeza de saber que seguimos caminando juntos, unidos en la oración.
¡Damos gracias a Dios, a María Santísima y a la Comunidad Cenáculo por acompañarnos tan de cerca a cada paso del camino!
La familia del Cenaculo en Paraguay!