FIESTA DE LA VIDA 2017- El DIARIO |
|
¡Aquí estoy!
34° Fiesta de la Vida
Saluzzo, 13-16 de julio 2017
Esta Fiesta de la Vida fue la oportunidad para festejar la Vida, para dar gracias a Dios, que es el Dios de la Vida.
Como dijo Padre Stefano al inaugurar los cuatro días de fiesta: “Nuestro Dios es el Dios de los vivientes. Nuestro Dios es un Dios que ama, quiere siempre y solo la Vida, por eso la Vida es eterna, existe desde siempre y será para siempre porque tiene el sello de Dios!”.
Por eso, aún cuando estábamos en las tinieblas, en el fondo, fondo, siempre estaba la esperanza de que un día sucedería algo diferente en nuestra vida. Ese día fue para nosotros el día que dijimos “sí” a la propuesta de un camino.
Un camino de conversión y de fe “de las tinieblas a la Luz”, propuesto por Madre Elvira, que hace 34 años dijo “aquí estoy” a la obra de Dios de la Comunidad Cenacolo. Madre Elvira amaba festejar todos los años el nacimiento de la Comunidad y ella misma decidió llamarla “Fiesta de la Vida” cuando se hizo la primera fiesta para el 10° aniversario, en el 1993.
El primero y más grande milagro que sucede en nuestra Comunidad es justo la resurrección de muchos chicas y jóvenes que llegan tristes, enfermos de vivir, con una vida triste, a menudo desesperados…Pero la vida lleva adentro una fuerza, que no es sólo nuestra ¡es la fuerza de Dios!
Desde su comienzo, en una pequeña carpa que alojaba a unos 70 jóvenes y algunos padres, la Fiesta de la Vida siempre fue el momento para agradecer al
Señor por la vida resucitada de los jóvenes, por la vida resucitada de sus familias, también ellos en camino.
Después, con el tiempo, el número de carpas fue creciendo, así como la familia de la Comunidad y también los días del festejo.
En el centenario de las apariciones marianas en Fátima quisimos agradecer en forma especial por el “Aquí estoy” de María a la voluntad de Dios, que después se transformó en un “Aquí estoy” también para nosotros, a todo y a todos. La Virgen abrió la puerta de la casa de Nazaret, pero sobre todo abrió la puerta de su corazón y la salvación entró en el mundo. Si Madre Elvira no hubiese respondido Sí a la llamada del Señor, por miedo o inseguridad, no estaríamos hoy aquí resucitados, haciendo Fiesta a la Vida.
Como María es la vía que Dios eligió para que Jesús llegue al mundo, igual es Madre Elvira para nosotros, la vía que Dios eligió para hacernos encontrar con Su hijo.
“La vida sin fe es muy pobre –dijo Padre Stefano- porque no tiene el coraje de arriesgar, de arriesgar con Dios, en Dios y por Dios.” Agradecemos al Señor porque eligió a María para acercarse a nosotros.
Gracias, porque nosotros también la elegimos para ir hacia Él, tomamos el camino justo, la elección de Dios. “Queremos caminar en la fe como tú, María, para escuchar también nosotros el anuncio del Ángel que nos dice mirando a María: “Alégrate María, tú eres la alegría de Dios. No temas porque el Espíritu Santo descenderá sobre ti…”
Gracias, María, porque estás en camino con nosotros, no solo en este tiempo especial de la Fiesta de la Vida. Agradecemos a la Virgen por la lluvia de gracias que hizo descender del cielo sobre esta colina en estos cuatro días de fiesta, que también nos darán un poco de su coraje para arriesgar en Dios, por Dios, con Dios y –como hizo Madre Elvira- poder decir nuestro “¡Aquí estoy!”
Jueves 13 julio
“ALÉGRATE…”
…el anuncio del ángel a María es un anuncio de alegría. La primera palabra que Dios nos dice es:
“¡Alégrate, eres la alegría de Dios!”
Lo que nos pide Dios es para nuestra alegría, para nuestra felicidad.
Así como lo primero que le dice el Ángel Gabriel a María, cuando entró en Nazaret, fue: “¡Alégrate, feliz eres !”, también la alegría es el primer lema con que se inicia y se recibe a las personas que llegan a la colina para la primera jornada de la Fiesta de la Vida.
“Alegrémonos”, y así fue, gracias al clima alegre logrado por las nuevas danzas y cantos, no solo dentro de la carpa sino también afuera, la laboriosa llegada de los pulman, los continuos abrazos, los numerosos encuentros de padres e hijos, de padres y amigos de la Comunidad! ¡Cuánta Vida!
Querida Madre Elvira…no habrías podido elegir un mejor nombre para esta cita de Fiesta! ¡Gracias! Qué bello descubrir tu presencia, no solo en la muestra fotográfica, sino en cada signo de resurrección, que, gracias a Dios, se ve en la mirada luminosa de los jóvenes y de sus familias en camino, en la disponibilidad alegre y gratuita de muchos empeñados en los servicios. ¡Gracias Madre!
El programa comienza recibiendo al coro y a los hermanos que hacen los gestos de animación, transmiten a los presentes el espíritu de esta fiesta bailando y cantando el tema de este año: “¡Eccomi!”
Padre Stefano recibió a todos diciendo: “¡Alégrense! ¡Nos alegramos porque estamos en la Fiesta de la Vida…resucitada!”
También recordó que Madre Elvira solía llamar a los jóvenes : “Gioia” (Alegría), aunque por dentro a menudo era difícil descubrir ese nombre.
"Ella nos enseñó a saber ver en los demás también lo que está un poco escondido, que quizá no se ve de afuera, pero por dentro está. La alegría es algo que crece en el corazón cuando la vida se acerca a la surgente de la alegría que es Dios. Cuando tienes alegría hay más vida, en ti y en el otro.”
Rezar los Misterios Luminosos del santo Rosario nos permitió pedirle a la Virgen que prepare nuestro corazón para el encuentro con Su Hijo en la Santa Misa y pedirle la luz de la alegría.
La Santa Misa inaugural fue concelebrada por muchos sacerdotes de diversa nacionalidad y presidida por Padre Pino Isoardi, hoy guía el “Movimiento Contemplativo Misionero Padre de Foucauld”, fundado por el Padre Gasparino en Cuneo.
En la homilía nos reveló un gran secreto de vida: saber gustar la vida “momento a momento”, sin afanarse.
Nos invitó a estar muy atentos a la Palabra que se proclama en los días de la Fiesta y habló sobre el “estado de misión”.
“Cada uno de nosotros cree porque en su vida se ha cruzado al menos con un testimonio de vida que lo llevó hacia Jesús, un ejemplo de vida." El pensamiento de todos corre hacia Madre Elvira…y una oración agradecida se eleva de nuestros corazones hacia Pagno! Gracias Madre Elvira por tu entusiasmo, tu perseverancia, tu capacidad de vivir el sufrimiento por amor… ¡gracias por habernos transmitido tu fe!
Padre Pino continuó: “Jesús envió a sus apóstoles a la misión pobres, porque con las valijas y baúles llenos no podemos caminar y nos aferramos a las falsas seguridades. Intentamos dar a los otros cosas, pero no lo esencial que es el Evangelio. Jesús nos quiere humildes, seguros en Dios y felices, porque viene a liberarnos de la única gran tristeza que es el pecado.”
¡Qué bello ser conscientes que Jesús nos da una alegría verdadera, plena, que resiste aún en las situaciones que nos hacen llorar!
Con relación al tema del día, Padre Pino recordó las palabras del Arcángel Gabriel en el pasaje de la Anunciación que guía la Fiesta de este año: “Felicidades, alégrate porque Dios se alegra contigo. El Ángel no le dio un sermón a María, le ha dicho que ella es la alegría de Dios. ¡Dios, que es la alegría, se alegra con cada uno de nosotros porque eres su hijo, no porque eres santo!”
Al finalizar la celebración se bendijo el Escapulario que se colocará en la mano de la Virgen del Carmen de la gran escultura del 30° aniversario. Desde entonces, una pareja de padres proveniente de uno de los países donde está presente una fraternidad, lleva como regalo un escapulario representativo de la Virgen María, patrona de ese país: este año le tocó a Francia con un Escapulario dedicado a Nuestra Señora de Lourdes.
Esta primera jornada finaliza con un deseo y una oración en el corazón, suscitada de las palabras que el Espíritu Santo sugirió a Padre Pino en la Santa Misa: “Hemos recibido la fe, que es la alegría de la amistad con Jesús…estamos llamados a llevar esta alegría a todos, a irradiarla.”
¡María, primera y verdadera misionera, ayúdanos en estos días a decir nuestro Aquí estoy, a incomodarnos por amor, a vivir en la alegría y saber entregarla a todos lo que encontraremos al regresar a casa!
FIESTA DE LA VIDA |
Viernes 14 julio
FIESTA DE LA VIDA |
Sábado 15 julio
FIESTA DE LA VIDA |
Domingo 16 julio
FIESTA DE LA VIDA |
¡Gracias María!
SALUDO Y ORACIÓN PARA LA LLEGADA DE LA VIRGEN DE FATIMA
“¿Quién soy yo para que la Madre de mi Señor venga a visitarme?”
Virgen Santa, Nuestra Señora de Fátima,
Con las mismas palabras con que Isabel te recibió asombrada, en su casa,
También nosotros te recibimos con asombro y gran alegría,
sobre la colina de San Lorenzo, la colina de la Paz.
Gracias por haber venido hasta aquí
Para compartir esta jornada de la Fiesta de la Vida con nosotros.
“Alégrate María, Tú eres la alegría de Dios…”
Tu vida, Virgen Santa, hizo danzar de alegría el corazón de Dios.
¡Tu presencia hoy con nosotros hará exultar y danzar de alegría nuestros corazones!!
¡Bendita eres, Santa Madre de Dios y Madre nuestra!
Danos la alegría plena que es tu Hijo Jesús.
“No temas, María…”
¡Gracias, María, tu “aquí estoy” valiente permitió a nuestro Dios, Padre de la Vida, hacerse “hombre” en tu seno para nuestra salvación!
Ayúdanos hoy a decir con coraje nuestro “aquí estoy” a la Vida y al proyecto de amor de Dios sobre nosotros, que es nuestra alegría.
Que se cumpla en nosotros… como en ti… su voluntad.
¡Que suceda lo que el Señor desea de nosotros!
¡Virgen Santa, líbranos de todo miedo, de todo temor a decir que sí a Dios!
“El Espíritu Santo descenderá sobre ti…”
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores,
Ruega por nosotros pecadores, ruega por nosotros pecadores…
Ahora…hoy…en esta “hora” santa y bendita de tu presencia entre nosotros, para que
El Espíritu Santo descienda en abundancia sobre todos…
Virgen Santa, gracias por el bien que tú quieres para esta,
tu Comunidad Cenacolo,
para estos hijos tuyos, en un tiempo perdidos…y ahora reencontrados;
Gracias porque Madre Elvira nos enseño a quererte,
¡Gracias por tu amistad fecunda en gracias del Cielo!
Gracias por tu protección, ¡nos encomendamos a ti!
¡María, Tú eres el camino que Dios eligió para venir a nosotros!
¡Tú eres el camino que nosotros elegimos para ir hacia Él!
¡Aquí estamos María, contigo! Gracias María, Gracias Madre.
¡Bienvenida entre nosotros! Te queremos mucho…
¡Corazón inmaculado de María, ruega por nosotros y con nosotros! Amén