DESDE BAHÍA LAS ÚLTIMAS NOTICIAS |
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“Hagan que el que se acerque a ustedes se vaya más bueno y más contento. Todos deben ver la bondad en sus rostros, en sus ojos, en su sonrisa. La alegría se transparenta en los ojos, se manifiesta cuando hablamos y caminamos. No puede estar encerrada. Desborda. La alegría es muy contagiosa.”
Madre Teresa de Calcuta
Julio 2016 – Fraternidad “María Auxiliadora” – Catú – Salvador de Bahía
Querida Madre Elvira, Padre Stefano, hermanos y hermanas, familias “cenacolinas” y jóvenes en camino, desde Bahía les mandamos las últimas noticias.
Acabamos de despedir a Padre Eugenio que regresó a Mogi das Cruzes luego de permanecer dos semanas con nosotros. Como siempre trajo un ventarrón de alegría y entusiasmo. En poco tiempo organizó un retiro espiritual para los adolescentes, uno para los pre-adolescentes, uno para los más pequeños y otro para los tíos. Cada día celebraba la Santa Misa, había confesiones y compartida para recibir un consejo o aclarar algo.
Padre Eugenio se entregó al cien por ciento, sin detenerse, ida y vuelta desde nuestra casa a la casa del mar, donde se hicieron la mayoría de los retiros espirituales. El sábado 9 de julio, junto con la Fiesta de la Vida en Italia, organizamos una pequeña Fiesta de la Vida bahiana. Comenzamos a las 9 de la mañana en el comedor grande haciendo algunos bailes con gestos. Nuestro coro estaba muy bien guiado por André, un joven de Brasil con gran talento musical. Después de los bailes, Don Eugenio guió la Adoración, en el tema de la Misericordia, ese momento lo vivimos como una “recarga” espiritual.
Para la merienda la Divina Providencia nos donó Hot Dogs, junto a varias cajas de fruta, especialmente de manzanas que cuestan mucho aquí en Brasil, pan, presas de pollo y salchichas. El Señor pensó en todo y apreciamos cada cosa recibida, especialmente después de un período en el que nos “apretamos el cinturón”. Luego de la merienda tuvimos la Santa Misa y finalmente el coro entonó “Faz Chuver”, Don Eugenio nos hizo tomar de las manos a todos y cantamos juntos.
Felices por la mañana que habíamos pasado juntos, comimos una riquísima lasaña preparada por un chef especial: tío Michele. A las 4.30 de la tarde vimos el recital “Credo” en directo desde Italia aunque la conexión se interrumpió unas veces. Igual nos quedamos hasta el final saboreando las pizzas preparadas por las tías, viviendo un momento de amistad y sencillez entre nosotros.
Al día siguiente despedimos a Padre Eugenio y volvimos a la vida cotidiana, la escuela y el trabajo. Los adolescentes junto a los tíos cosecharon 10.000 espigas de trigo que vendimos en la feria de Salvador. Fue un momento de amistad y nadie se quejó sino que todos estaban entusiasmados de poder ganar algo con el fruto de sus manos.
Una bella novedad fue la llegada de 9 niños. Llegaron tres hermanitos: Mariana, de 13 años, Wedison de 2 y Anderson de 8 años, junto a otros cuatro hermanitos: Isabella de un año y medio, Ricardo de tres años, Fabiana de 8 y Jeovana de 6 años. También llegaron Eduardo, de 8 años e Israel de un año y medio. Todos se están adaptando, la casa de las tías está llena de niños pequeños y agradecemos una vez más a la Divina Providencia por el don de su vida.
La Providencia también nos donó tres caballos que tío Sergio está adiestrando para que puedan cabalgar también los más pequeños.
Nuestra misión cada vez más se transforma en una “fazenda” – como dicen en Brasil- en el sentido de granja, pero granja exótica, de sud América, donde temprano a la mañana se pueden ver a los monos saltar y la sombra de los tucanes sobre los árboles.
También recibimos algunas visitas de amigos. María Antonia, una profesora de Brescia, llegó hace unos pocos días. Se quedará con nosotros durante tres meses donándose en todo, pero especialmente en el aprendizaje de la lectura y escolarización de los niños, en esta época de pruebas escolares.
Gracias Jesús por cada amigo fiel que nos acompaña en nuestro camino.
Gracias Madre Elvira por el don de la misión y de cada vida que golpea a nuestra puerta pidiendo alivio y ayuda.
Gracias por la visita de Don Eugenio y de muchos tíos y tías que pasaron por la misión dejando un recuerdo precioso.
La familia bahiana